El del próximo domingo en Mendizorroza es, sin duda, uno de los encuentros más importantes que tiene por delante el Deportivo Alavés. El conjunto albiazul se enfrenta, en un duelo prácticamente sin red, al Huesca, uno de sus adversarios directos en la pelea por la salvación y uno de los dos conjuntos -junto al Valladolid- que en estos momentos marca la frontera de la permanencia en la clasificación. Se trata, por lo tanto, de una de las grandes finales que tendrá que superar el combinado de Javi Calleja si desea permanecer una temporada más en la máxima categoría. Un examen en el que hasta el más mínimo detalle puede resultar decisivo y al que ambos protagonistas se presentan en momentos bien diferentes.

Porque si se reflejaran en una gráfica las tendencias de albiazules y oscenses el resultado serían dos líneas totalmente contrapuestas. Y, desgraciadamente, la gasteiztarra es la que muestra un marcado sentido descendente. Su adversario, por el contrario, disfruta del que podría considerarse sin ninguna duda su mejor momento desde que arrancó la temporada.

Una disparidad emocional -y de resultados- que se convierte en el primer apartado que El Glorioso necesitará equilibrar para poder tener opciones de sumar los tres puntos vitales que se pondrán en liza ante el Huesca. La escuadra del Paseo de Cervantes acumula más de dos meses -desde su triunfo (1-0) en la jornada 22 sobre el Valladolid- sin disfrutar del dulce sabor de la victoria y ese ayuno ha terminado empujándola hasta la zona roja de la tabla. Un período nefasto que también se ha llevado por delante a Abelardo -para ceder su puesto en el banquillo a Javi Calleja- y que se vio levemente mitigado por los brotes verdes que ofreció el estreno del nuevo técnico en San Mamés.

En el derbi ante el Athletic del pasado fin de semana el Alavés mostró algunos síntomas de recuperación y rescató un empate que solo tendrá valor si se le acompaña de victorias como la que necesita sumar por todos los medios el equipo este fin de semana. Debe ser, en definitiva, un punto de partida para comenzar a elevar una gráfica de rendimiento albiazul preocupantemente aplanada en los últimos tiempos.

Todo lo contrario que la de su oponente de este domingo. Porque el Huesca, que durante gran parte del campeonato parecía totalmente desahuciado, ha encontrado en este tramo final del curso una autopista de alta velocidad para sprintar hacia la permanencia. Una vía rápida que los de Pacheta parecen no estar dispuestos a dejar escapar ahora que por fin han conseguido sacar la cabeza del pozo.

La llegada del nuevo entrenador al banquillo oscense en la última jornada de la primera vuelta sustituyendo a Míchel supuso una evidente reactivación del combinado aragonés. De su mano, el equipo recuperó la confianza en sus posibilidades de salvación y, pasito a pasito, fue recortando la considerable diferencia que le sacaban sus predecesores hasta que, con su triunfo del pasado fin de semana sobre el Elche, ha logrado situar a cuatro adversarios por detrás suyo en la tabla.

Subido a esta gran ola de confianza que le ha llevado a sumar siete de los últimos nueve puntos que se han puesto en liza se presentará en Mendizorroza. Dispuesto a hacer valer el enorme impulso moral que aportan los resultados positivos frente a un adversario que atraviesa por una realidad totalmente opuesta.

Porque el Deportivo Alavés ha experimentado en carne propia en las últimas semanas lo implacable que puede llegar a ser la Ley de Murphy. Todo lo que podía salirle mal al cuadro gasteiztarra se le ha torcido y el resultado ha sido su consolidación como el peor equipo de 2021 y la pérdida casi total de confianza para abrir la puerta de par en par a unas dudas y miedos que están lastrando sobremanera su rendimiento. Un pesado equipaje que debe dejar atrás cuanto antes.

Porque solo así, liberándose de la pasada carga que le atenaza y le impide mostrar su mejor versión, podrá ofrecer argumentos que le permitan sumar, en las ocho jornadas que restan para que baje el telón de la temporada, las victorias que precisa para certificar la permanencia. La visita del Huesca el domingo sería, evidentemente, una ocasión inmejorable para dar el primer paso de este angosto camino.

22

Ese es el tiempo que ha permanecido en puestos de descenso el Huesca, rival del Alavés este domingo. El cuadro oscense cayó a la zona roja en el séptimo capítulo liguero y no ha logrado escapar hasta su victoria del pasado viernes (30ª jornada) contra el Elche.

VALOR DOBLE

EN JUEGO TAMBIÉN EL 'GOLAVERAGE'

1-0 en la ida. A estas alturas de la competición cada pequeño detalle vale su peso en oro y más todavía cuando se enfrentan dos conjuntos que están peleando por evitar el descenso. De esta manera en el duelo del próximo domingo entre Alavés y Huesca se pondrán en liza más que los tres puntos que se llevará el que logre la victoria. Porque sobre el césped de Mendizorroza se decidirá también el 'golaverage' particular entre ambos. En la primera vuelta se impuso el cuadro oscense 1-0, por lo que si este fin de semana 'El Glorioso' es capaz de vencer por más de un gol se asegurará quedar por encima del Huesca en la clasificación en caso de empate a puntos tras la disputa de la última jornada. Un plus de mucho valor teniendo en cuenta la gran igualdad existente.