El Deportivo Alavés quiso anticipar ayer la llegada de los Reyes Magos a Mendizorroza. Haciendo gala de una poco recomendable generosidad, se empeñó en agasajar a su visitante con valiosos regalos que, a la postre, terminaron pasando una costosa factura a un conjunto albiazul que terminó siendo presa de sus propios errores en el epílogo de la contienda ante el Atlético de Madrid. El sólido líder de la categoría y, como puso de manifiesto en el Paseo de Cervantes, precisamente el conjunto más inmisericorde de la Primera División con los fallos ajenos.

La contienda amaneció con la revolución planteada por Pablo Machín en las filas gasteiztarras. Bien como consecuencia de la mala imagen ofrecida el jueves en El Sadar, por la necesidad de repartir los esfuerzos ante un calendario muy cargado o en un intento de sorprender al rival, lo cierto es que el técnico soriano dio la vuelta por completo al once inicial del Glorioso. De esta manera Martín y Javi López ocuparon los laterales en lugar de los habituales Ximo y Duarte mientras que Borja Sainz actuó en el puesto de Rioja mientras que Peleteiro se situó en el centro por detrás de Deyverson.

Una fórmula arriesgada pero que durante los primeros minutos del choque se demostró eficaz. El Alavés se plantó sobre el césped con la intención de tomar las riendas del partido y no se dejó intimidar por la presencia enfrente del líder de la categoría. Si bien es verdad que no consiguió acercarse con peligro a las inmediaciones de Oblak, tampoco su oponente pudo superar la tela de araña albiazul y el primer período discurrió con una calma chicha como telón de fondo.

Hasta que, en el minuto 40, El Glorioso cavó las primeras paladas de su propia tumba. En una acción intrascendente en el centro del campo Manu García falló en una entrega sencilla a Battaglia. El balón fue a parar a las botas de Marcos Llorente, que no dudó en avanzar directo hacia el área vitoriana. Cuando estaba en la frontal el argentino trató de derribarlo pero la fortaleza del exalbiazul le permitió seguir de pie y, aprovechando el desmarque de arrastre de Luis Suárez, ejecutó un disparo que, tras ser desviado por Laguardia, superó a un impotente Fernando Pacheco.

Sin haber hecho nada hasta entonces, el Atlético se encontró con ventaja en el marcador al filo del descanso. Lo que en el caso del cuadro rojiblanco, que solo había encajado cinco goles hasta ayer, es sinónimo de sentencia casi definitiva. El Alavés, por su parte, veía cómo su plan inicial saltaba por los aires. Los técnicos decidieron no modificar sus equipos en el descanso y el arranque del segundo período confirmó la tendencia del epílogo del primero.

Nada más arrancar Luis Suárez desperdició una clara ocasión ante Pacheco por buscar a Lemar en lugar de probar suerte ante el arquero albiazul y, en el minuto 61, llegó el segundo directo a la estabilidad albiazul. En este caso fue el VAR el que le empujó dentro de la tumba. Laguardia no tuvo más remedio que cortar en falta una peligrosa internada de Lemar y aunque inicialmente el colegiado le mostró la cartulina amarilla corrigió su decisión a instancias del videoarbitraje y expulsó con roja directa al central.

Si hasta entonces ya se antojaba una quimera la posibilidad de dar la vuelta al marcador, hacerlo en inferioridad numérica podía catalogarse perfectamente dentro de la categoría de lo imposible. Como era de esperar, el Atlético disfrutó a partir de entonces de sus mejores momentos y estuvo cerca de lograr el segundo en varias acciones.

No lo consiguió sin embargo y la llama de la esperanza alavesista se mantuvo encendida. Pablo Machín dio entrada a Rioja, Lucas y Joselu para meter más mordiente a la vanguardia y el equipo se decidió a quemar todas sus naves. A diez minutos del final el siete albiazul ejecutó una falta lateral y Lejeune se elevó por encima de su par para conectar un potente cabezazo que se estrelló en la cepa del poste de Oblak antes de que el meta lo desviase a córner. Esa chispa reactivó el fuego local y descolocó al Atleti que, cuatro minutos después, se frotó los ojos aún más incrédulo cuando un centro de Joselu al área fue desviado por Felipe y acabó en el fondo de la portería rojiblanca tras golpear en el poste.

Parecía la recompensa a la insistencia gasteiztarra pero este Atlético no conoce el perdón y, en el 89, el recién incorporado Joao Felix aprovechó un nuevo despiste de la zaga albiazul para llegar hasta la línea de fondo y servir para que Luis Suárez remachase a placer en el segundo palo y certificase el envío de los tres puntos a Madrid. El elevado precio de los errores ante un adversario sin piedad.

Alavés 1

Atlético de Madrid 2

Alavés: Pacheco; Martín, Laguardia, Lejeune, Javi López (Adrián Marín, min.88); Édgar Méndez (Lucas Pérez, min. 75), Battaglia, Manu García (Tachi, min.68), Borja Sainz (Luis Rioja, min.68); Jota Peleteiro y Deyverson (Joselu, min. 75).

Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko, Giménez, Felipe (Lodi, min. 87), Hermoso; Carrasco (Saúl, min. 81), Llorente, Koke, Lemar; Correa (Joao Félix, min. 61) y Luis Suárez.

Goles: 0-1, m. 40: Marcos Llorente. 1-1, m. 85: Felipe, en propia puerta. 1-2, m. 89: Luis Suárez.

Árbitro: Juan Martínez Munuera (valenciano). Expulsó con roja directa al local Laguardia (min. 63). Además mostró tarjeta amarilla a los visitantes Carrasco (min. 29) y Suárez (min. 94).

Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimoséptima jornada de LaLiga Santander disputado sin público en el estadio de Mendizorroza.