Francisco Javier Ortiz de Zárate, empresario vitoriano fundador de la empresa Ayzar y del Grupo Zainsa y figura clave para evitar con sus aportaciones económicas la desaparición del Deportivo Alavés tras el paso de Dmitry Piterman por el club, ha fallecido en la capital alavesa en las últimas horas, a los 84 años de edad. Ligado históricamente a la entidad del Paseo de Cervantes mediante sus empresas y por su vinculación con el fútbol base (fue también presidente del Club deportivo Vitoria), tras la etapa del ucraniano dio el paso al frente a través de su hijo, quien fuera presidente Fernando Ortiz de Zárate, para hacerse con el control accionarial (en ese primer momento se mantuvo en la sombra) y, tras la etapa de Alfredo Ruiz de Gauna al frente del club, regresar a Mendizorroza el 24 de junio de 2011 ya con cargo directivo de vicepresidente con una nueva aportación económica importante en la operación que condujo al desembarco de Josean Querejeta en Mendizorroza.
Francisco Javier Ortiz de Zárate, que vivió una primera etapa como directivo en el club a finales de la década de los 60 cuando Juancho Gorospe era su presidente, se había caracterizado por ofrecer su apoyo al Alavés, sobre todo a su cantera, a través de las aportaciones de sus empresas mediante acuerdos publicitarios (en la última etapa en Tercera División Ayzar figuró en la camiseta y en sesenta años nunca ha faltado una valla en Mendizorroza pagada por su empresa), pero en uno de los momentos críticos en la historia del club, el que condujo a la salida de Piterman en el verano de 2007, dio un paso al frente para comprar el paquete accionarial que le daba el control del club, aunque lo hizo en la sombra y dejando como cabeza visible a su hijo Fernando, enamorado como su padre de El Glorioso.
El club vivió entonces meses de enorme zozobra, tanto en lo deportivo como, sobre todo, en lo económico, amenazado incluso por su supervivencia y dentro de la primera fase del concurso de acreedores. Sin apenas respaldo por parte del entorno y ahogado por las deudas, el club rozó la desaparición por impagos en un proceso de deterioro que sobre el césped concluyó con el descenso a Segunda División B en 2009. Unos meses después, irrumpiría en escena Alfredo Ruiz de Gauna, con quien la familia Ortiz de Zárate no consiguió llegar a un acuerdo en 2007 para entrar juntos en el club y que realizó una inversión importante para desembarcar en Mendizorroza, primero trabajando junto a la anterior directiva y posteriormente ya en solitario.
? Desde el Deportivo Alavés enviamos nuestro más sincero pésame por el fallecimiento de Javier Ortiz de Zárate, quien fuera directivo del club y uno de los principales benefactores del fútbol modesto alavés.
— Deportivo Alavés (@Alaves) December 11, 2020
Goian bego! ???? pic.twitter.com/uZ0JYi7FNz