- En ocasiones el calendario se permite un guiño de complicidad y ese parece el caso de esta semana para el Deportivo Alavés. Porque después de estrenar su casillero de puntos el pasado sábado y con las buenas sensaciones mostradas frente al Getafe como mejor aval, tener un nuevo compromiso casi de inmediato es lo mejor que le puede ocurrir a la escuadra albiazul. Porque el equipo debe tratar de aprovechar al máximo la ola buena que comenzó a coger el fin de semana. En este sentido, la visita de esta tarde al Villarreal se antoja una gran oportunidad para dar un paso más en la necesaria reacción. Claro que lo que el combinado de Pablo Machín debe evitar a toda costa es ejercer de aspirina sobre el césped de La Cerámica.
Porque enfrente se encontrará con un adversario herido tras la contundente goleada encajada en el Camp Nou que tratará de hacerle pagar los platos rotos a toda costa. Y una derrota ante el submarino amarillo teniendo en cuenta el muy diferente potencial de ambas entidades pero, si llegara a producirse, tiene que ser necesariamente porque el cuadro local ratifique su superioridad en el terreno de juego y en ningún caso por regalos gasteiztarras. Unos errores que ya se han cobrado un importante peaje hasta el momento y que no deben volver a repetirse.
En cualquier caso El Glorioso cuenta en su seno con argumentos más que suficientes para plantar cara en cualquier escenario y ese es precisamente la intención con la que se desplaza a tierras castellonenses. Para ello, necesitará conservar la seguridad defensiva recuperada ante el Getafe y, a ser posible, afinar la puntería ante la portería contraria, un tanto desviada en sus comparecencias precedentes.
Tras el buen resultado ofrecido el pasado fin de semana, todo apunta a que Pablo Machín repetirá la fórmula en Villarreal. Tanto en lo que hace referencia al sistema de juego empleado como en la elección de los jugadores que tendrán que llevarlo a cabo. De esta manera, a la espera de que puedan incorporarse a la plantilla refuerzos que se adapten mejor y de recuperar a los lesionados, el preparador soriano volverá a renunciar al esquema 3-5-2 que le caracteriza desde hace años.
Por el contrario recurrirá, como ya hizo en la segunda parte ante el Granada y en el duelo con el Getafe al clásico 4-4-2. Así, la retaguardia albiazul volverá a estar integrada por Ximo Navarro en el lateral derecho, Rubén Duarte en el izquierdo y Laguardia y Lejeune como centrales. Por delante, Pere Pons y Battaglia integrarán el doble pivote mientras que las bandas volverán a ser, en principio, responsabilidad de Edgar Méndez y Luis Rioja.
La delantera es la demarcación en la que existe un mayor grado de incertidumbre. A priori es fijo en la vanguardia pero su reciente paternidad pondrá en duda su presencia sobre el césped hasta el último momento debido a los estrictos protocolos sanitarios que deben superar los profesionales como consecuencia del covid-19.
Si el gallego llega a tiempo, la duda estribaría en quién será su compañero. Tras sus buenas actuaciones, el brasileño parte con ventaja pero no es descartable que Machín opte por devolver la titularidad a Lucas Pérez y recuperar la pareja del año pasado. Si Joselu no pudiera ser de la partida, Dey
Por lo que respecta al Villarreal, Unai Emery ha visto ampliada su larga lista de bajas con la lesión de Coquelin. El centrocampista francés estará en el dique seco entres tres y cuatro semanas debido a la rotura en los isquiotibilaes de su pierna derecha que se produjo ante el Barça.
Padre de su segundo hijo. La expedición albiazul estará pendiente hasta el último momento de si puede contar con uno de sus elementos destacados. Se trata del gallego Joselu Mato. Afortunadamente la incertidumbre sobre su presencia sobre el césped de La Cerámica no se debe a ningún problema físico sino a otra circunstancia bastante más feliz. Y es que el delantero albiazul fue padre ayer de su segundo hijo, que llevará el nombre de Lucas. El alumbramiento se produjo en Madrid, a donde Joselu se desplazó para estar presente en el mismo junto a su pareja. Y es precisamente este viaje lo que complica su presencia en Villarreal, ya que para ello debería superar a tiempo los estrictos controles médicos implantados para hacer frente al coronavirus, algo que no está claro que pueda lograr.
El combinado albiazul volverá a poner en práctica el esquema 4-4-2 que ya utilizó el pasado fin de semana