- Poco a poco parece que la luz comienza a vislumbrarse al final del túnel. Después de que el pasado viernes Pablo Machín mostrase públicamente su honda preocupación por la escasa evolución en el proceso de recuperación de Manu García, en la jornada de ayer llegaron las primeras buenas noticias en relación a este asunto. Y es que el club del Paseo de Cervantes informó de que el capitán albiazul se ha reintegrado ya al trabajo normal con el resto del grupo.
Lo que sin duda supone un gran paso adelante en la recuperación de una normalidad de la que hace demasiado tiempo que no disfruta el futbolista vitoriano. Todo comenzó meses atrás, cuando el equipo pudo retomar los entrenamientos colectivos después del largo período de pausa obligada por el coronavirus. Pese al intenso trabajo desarrollado en ese parón, Manu comenzó a sentir unas dolorosas molestias que le impidieron actuar en las primeras citas del epílogo liguero. Consciente de su importancia en el grupo, forzó y regresó en los decisivos partidos ante Getafe y Betis (también disputó la última jornada ante el Barça).
Su cuerpo, como era previsible, acusó el esfuerzo y nada más terminar el curso tuvo que ser tratado con plasma para tratar de corregir el edema ósea que presentaba en el pie. Un tratamiento que se ha prolongado durante semanas sin que el gasteiztarra pudiera trabajar con normalidad. Hasta ayer. Para completar su proceso de recuperación deberá ahora ponerse al mismo ritmo que sus compañeros y esperar a que Machín le conceda la primera oportunidad.
Quien lo tiene más cerca es Lucas Pérez, que ha mejorado de la sobrecarga en los isquiotibiales que le impidió jugar en Granada y podría ser de la partida el sábado.