- Javi López lleva ya un tiempo señalado por todos los conocedores del fútbol de formación como la gran perla que se estaba puliendo en Ibaia y la celeridad con la que el Deportivo Alavés ha querido ascenderlo hasta el primer equipo habla bien a las claras del potencial que se vislumbra en este tinerfeño que apenas acaba de alcanzar la mayoría de edad. Este proceso acelerado ya venía perfilándose antes de que la crisis por el coronavirus obligase a recurrir más a la cantera que a la cartera, pero no se puede negar que en el empujón definitivo ha tenido mucho que ver la pandemia. Para ascender al primer equipo en el tramo final del pasado curso -con debut en Primera División incluido- y para ganarse un hueco fijo en el actual proyecto. Con un desarrollo mimado al máximo, esa velocidad para subir escalones a ritmo vertiginoso -condiciones físicas y técnicas al margen, que son excepcionales, también cuenta con una cabeza perfectamente asentada, cuestión que es fundamental en este negocio- le sitúa ahora en la tesitura de ser el claro aspirante a ocupar la titularidad como carrilero zurdo del equipo. Las cartas ya las ha puesto claramente boca arriba sobre la mesa de un Pablo Machín, al que le tocará decidir si el joven tinerfeño está listo para semejante responsabilidad o aún tiene que esperar.

Con su irrupción en los últimos veinticinco minutos del partido del domingo contra el Betis, Javi López al menos dejó claro que capacidad para adaptarse a esa exigencia tiene. Su ingreso en el césped de Mendizorroza, sustituyendo a un Luis Rioja en el que el preparador soriano confío como titular, supuso un balón de oxígeno para un equipo que no dudó a la hora de buscar su costado para lanzarse al ataque. Y sus cabalgadas se convirtieron en sinónimo de peligro, respondiendo a la perfección a las exigencias que Machín tiene para con sus carrileros. Llegó hasta la línea de fondo, puso servicios peligrosos, forzó acciones a balón parado y, además, tuvo la capacidad para recuperar la posición volviendo a toda velocidad hacia atrás ante un Betis peligroso que además buscó hacer daño por su costado.

Es evidente, no podía ser de otra manera, que el tinerfeño aún está por pulir y que este salto a la élite le llega excesivamente pronto. No puede ser de otra manera cuando su documento nacional de identidad señala que apenas tiene dieciocho años. El oficio es algo que se aprende con el tiempo y en Primera -categoría en la que debutó con solo dieciséis partidos previos de experiencia en el fútbol profesional que supone la Segunda División B- no perdona nadie. Muestra clara de ello es que los rivales, ya fuese el Celta el año pasado en su estreno o el Betis el domingo, le buscan las cosquillas. Eso sí, ya algún detalle ha dejado de que saber estar no le falta: que un adolescente fuese el único que estaba atento al saque en corto de los sevillanos que concluyó en el gol de la derrota habla muy bien de él y no tanto del resto.

Ante los verdiblancos, en un examen corto pero intenso, dio el callo. Y con creces. Su estancia sobre el terreno de juego fue en rendimiento bastante mejor que la de un Rioja trabajador, pero que volvió a exhibir las mismas limitaciones que durante la pasada campaña le acabaron convirtiendo en irrelevante sobre el verde. El sevillano, que al menos en lo defensivo cumplió aunque le costase cerrar su costado, no cuenta ni con una velocidad extrema ni tampoco con la habilidad técnica para desembarazarse de rivales con facilidad. En cambio, Javi López fue un auténtico caballo desbocado que recorrió todo el flanco izquierdo a un ritmo vertiginoso, generando peligro y también cortando el que creaba el rival. Por sus características, con un potencial físico descomunal, parece claro que se adapta como un guante a lo que Machín exige en esa zona.

En principio, desde la dirección deportiva alavesista se entiende que el puesto está ya cerrado -los esfuerzos en el mercado se van a centrar en otras demarcaciones en las que son mucho mayores las urgencias-, pues a Rioja y Javi López hay que unir a un Adrián Marín que se pretende sea más importante que en las dos temporadas precedentes. El murciano llega con retraso, pues ha estado lesionado toda la pretemporada y todavía tiene que completar la puesta a punto. El sevillano ya ha evidenciado que tiene problemas para ofrecer una versión mejor que la que ya ha ofrecido. Y, con este escenario, las puertas de la titularidad se le abren de par en par, si Machín así lo entiende, a un Javi López que ya ha demostrado que, por su parte, está perfectamente preparado para el salto.

18

Javi López alcanzó la mayoría de edad el pasado 25 de marzo y es el jugador más joven de la primera plantilla del Deportivo Alavés.

Con el tinerfeño se ha llevado a cabo un proceso acelerado y a sus 18 años es ya una pieza fija este curso en el primer equipo albiazul

Con Marín lesionado, ante el Betis Machín apostó por Rioja, pero los últimos minutos de Javi López fueron de un nivel muy alto