Vitoria - La habitual junta de accionistas que el Deportivo Alavés celebra cada fin de año se presentaba en esta oportunidad con un asunto estrella sobre la mesa. Al menos a priori. Porque la reciente compra por parte del club del Paseo de Cervantes del 50% del Bakh había generado bastante controversia entre sus pequeños accionistas y aficionados. Sin embargo, a la hora de la verdad, esta apenas se trasladó a una asamblea que discurrió con absoluta tranquilidad y en la que la adquisición de la instalación deportiva del Baskonia pasó de puntillas.

De esta manera, apenas un par de cuestiones planteadas por los asistentes versaron sobre este asunto y se limitaron a reclamar alguna información adicional, no mostrando siquiera su oposición. Bien es verdad que la aplastante mayoría del grupo liderado por Josean Querejeta -que controla más del 80% del capital social- garantizaba totalmente la aprobación de las cuentas de la pasada temporada y el presupuesto de la actual pero no lo es menos que en ambos casos lo hizo sin apenas contestación.

Por si acaso, no obstante, el consejo había preparado cuidadosamente la junta, reservando el primer punto del orden del día al informe de la temporada anterior y los proyectos en curso. Un arranque -que no necesitaba someterse a votación- al que Alfonso Fernández de Trocóniz, Jesús Vázquez y Manu Mendi dedicaron más de una hora esforzándose por vender las bondades y la necesidad de operaciones estratégicas como la compra del Bakh, la apuesta por Ibaia como ciudad deportiva y la ampliación del estadio de Mendizorroza.

En este sentido, trasladaron que la entrada en el accionariado del Bakh a cambio de 5,7 millones de euros y la concesión de un crédito (que de momento no se ha hecho efectivo pero al que se podría recurrir para acometer inversiones) de otros ocho no implica ninguna responsabilidad en las deudas que tiene la ciudad deportiva del Baskonia en estos momentos. "Al corriente" con Hacienda y la Seguridad Social según los rectores del Glorioso, el Bakh sí tiene un crédito pendiente a largo plazo de 18 millones de euros con una entidad bancaria pero el rendimiento de su actividad actual le permite abonar las cuotas sin problemas, explicaron.

Salvado este asunto, a priori el más espinoso, sin problemas, el resto de la junta de accionistas del Deportivo Alavés transcurrió en un clima de máxima tranquilidad aprobándose por un apabullante 99% tanto el balance de las cuentas del pasado curso (con un superávit de 3,7 millones de euros) como el presupuesto de 76,1 para el ejercicio actual. Como colofón, el habitual turno de ruegos y preguntas en el que hicieron acto de presencia cuestiones de funcionamiento diario y en el que los pequeños accionistas volvieron a reclamar ser tenidos en mayor consideración por el consejo.