Vitoria - El Deportivo Alavés afrontará hoy un reto mayúsculo: tirar abajo el muro que el Athletic lleva levantando en San Mamés desde que Gaizka Garitano llegó al primer equipo rojiblanco en diciembre de 2018. Desde entonces el club bilbaíno no ha sido derrotado en su estadio en competición liguera, donde el deriotarra acumula un total de diez victorias y cuatro empates. Es decir, de 42 puntos disputados en el feudo bilbaíno, los leones han logrado 34. Por su césped han pasado equipos como el Atlético de Madrid, el Betis, el Barcelona o la Real Sociedad, estos últimos en dos ocasiones, y ninguno ha regresado a su casa con los tres puntos. Solo el Sevilla ha conseguido poner en entredicho la imbatibilidad de Garitano en San Mamés, cuando en Copa del Rey derrotó a los vizcaínos 1-3, el pasado enero.

Tampoco logró detener la rueda el Deportivo Alavés en su visita a Bilbao el pasado mes de abril, aunque los entonces entrenados por Abelardo escaparon de las fauces de los leones con un valioso punto. En aquella ocasión, Borja Bastón logró igualar una contienda en la que los locales se adelantaron mediante un golazo de falta de Beñat Etxebarria. Con ello, el conjunto gasteiztarra se sumó a Valladolid, Barcelona y Espanyol en la selecta lista de clubes que han logrado puntuar en La Catedral ante Gaizka Garitano.

Si la temporada pasada el Athletic fue implacable en su fortín, el arranque del curso 2019-20 parece indicar que los rojiblancos seguirán por la misma línea. En su estreno consiguieron derrotar a todo un Barcelona gracias a una espectacular volea de Aduriz en los últimos instantes del partido y arrollaron a la Real Sociedad de Imanol Alguacil con goles de Williams y Raúl García. Los números del rival hoy del Glorioso intimidan, pero, por otro lado, pueden servir de motivación a Asier Garitano y a los suyos. Terminar con la racha de imbatibilidad del eterno rival en su feudo será otro aliciente más para un derbi vasco siempre ilusionante para la entidad albiazul y para sus seguidores. Esta vez su presencia será mayor en la grada visitante gracias a que el club bilbaíno se ha sumado este año a la iniciativa de vender entradas a 25 euros a la afición rival en los derbis vascos.

El secreto de la solidez El mérito de Gaizka Garitano reside en haber cambiado totalmente el rumbo de la entidad con la misma base con la que contaba su predecesor, Eduardo Berizzo, más allá de las incorporaciones de Ibai Gómez o Kenan Kodro. De hecho, este verano el club no ha realizado ningún fichaje y se ha rejuvenecido con la entrada en escena de canteranos como Unai López o Larrazabal y las salidas de Susaeta, Iturraspe y Etxeita. Sin embargo, los futbolistas parecen otros desde que el técnico vizcaíno sustituyó a Berizzo. La intensidad con la que disputan cada balón dividido ha subido considerablemente y su garra se ha convertido en una de sus señas de identidad. Se trata de un equipo muy físico, plagado de maratonianos como Iñaki Williams, Yuri Berchiche, Capa, Iñigo Martínez o Córdoba, a quienes se les suman otros futbolistas más lentos pero potentes en el cuerpo a cuerpo como Aduriz, Raúl García, Yeray o Dani García. Olvidado queda ya aquel vistoso fútbol de toque y posesión de la época de Marcelo Bielsa, ahora lo primordial es no conceder ocasiones al rival y aprovechar los espacios con la velocidad de sus futbolistas. Beñat, Unai López y Muniain son los encargados de surtir con buenos pases a los atacantes rojiblancos.

Las virtudes de la propuesta de Gaizka Garitano se ven, además, multiplicadas con el apoyo de San Mamés. El estadio no es la misma caldera que fue antaño, pero necesita muy poco para venirse arriba. En casa el equipo se envalentona y se lanza sin contemplaciones a presionar a su rival de forma muy coordinada, algo que se ha trabajado a conciencia durante los casi diez meses que lleva el deriotarra al mando del primer equipo. Por si fuera poco, antes fue el entrenador del filial, por lo que muchos de los canteranos que dan el salto a Primera División ya conocen las exigencias del vizcaíno.

Contra todo esto deberá enfrentarse hoy un Alavés cuyo estilo de juego y puntos fuertes tienen mucho en común con los del Athletic. Si quieren tener alguna opción deberán como mínimo igualar en motivación, concentración e intensidad a sus rivales, los errores se pagan muy caros en San Mamés. Asier Garitano ya sabe lo que es ganar en territorio bilbaíno, lo hizo de azul y blanco la pasada campaña al frente de la Real Sociedad por 1-3 -precisamente la última derrota liguera de los rojiblancos como locales- y cosechó un empate en la 2016-17 con el Leganés, también con los mismos colores que los del Glorioso. Hoy intentará repetir la hazaña al mando del conjunto gasteiztarra.