Vitoria - Con el subidón de las renovaciones de Fernando Pacheco y Víctor Laguardia y la esperanza de que Ibai Gómez pueda terminar siguiendo la estela de sus compañeros tras descartas las jugosas ofertas que ahora mismo llegan desde Bilbao y el fútbol británico, el Alavés estrena esta tarde el nuevo año contra un Valencia irregular pero tremendamente rocoso -es el equipo que menos partidos ha perdido hasta la fecha (3) y el que más empata (10) junto al Athletic- ante el que pretenderá sofocar en ese fortín llamado Mendizorroza, donde la escuadra de Abelardo aún no sabe lo que es perder en lo que va de temporada. En los ocho encuentros disputados como local, el equipo ha firmado cuatro victorias (Espanyol, Real Madrid, Villarreal y Huesca) y otros tantos empates (Betis, Getafe, Sevilla y Athletic), de ahí que el punto de partida en este recién estrenado 2019 pase por consolidar esta fortaleza como local y brindar una nueva alegría a una afición que, dada la particular hora del partido (16.15 horas), volverá a estar a la altura de su historia.
Para ello, Abelardo contará con buena parte de sus efectivos disponibles salvo la habitual ausencia de Rodrigo Ely, las bajas seguras por sanción de Wakaso y Duarte y otros dos damnificados de última hora como el meta Antonio Sivera, ingresado por un problema vírico, y Adrián Marín, que en la sesión de trabajo de ayer se retiró por un problema muscular en el cuádriceps. Al cierre de esta edición, el lateral continuaba siendo oscultado por los servicios médicos del club a la espera de obtener un diagnóstico que aclare su concurso esta tarde ante el Valencia.
De este modo, y con las piezas disponibles, es posible que Ximo Navarro ocupe el flanco izquierdo de la zaga alavesista -Martin, Laguardia y Maripán completarían esta línea- y que el serbio Darko Brasanac, o en su defecto Manu García, acompañe a Tomás Pina en el centro del campo junto a Ibai Gómez y ese puñal ofensivo llamado Jony. La delantera, por último, podría estar formada por la pareja Calleri y Bastón, que después de haber superado los problemas físicos de este primer tramo de la temporada confía en poder reeditar los éxitos que ya vivió como 9 de referencia en sus anteriores etapas en el Real Zaragoza y el Eibar.
un rival diezmado Por su parte, el Valencia necesita puntuar para seguir su escalada en la clasificación y enderezar definitivamente una irregular temporada marcada por los numerosos empates que no han permitido a los de Marcelino codearse con los equipos de la zona alta. El agónico triunfo de la última jornada en Mestalla ante el Huesca permitió al Valencia acabar el año en su mejor clasificación de la temporada, en la octava posición y a cuatro puntos de la zona europea, por lo que todo lo que no sea ganar en Mendizorroza supondría un nuevo paso atrás.
Sin embargo, en el seno del Valencia son conscientes de la dificultad del encuentro, dada la fortaleza del rival en su estadio, así como las numerosas e importantes bajas con las que cuenta. El técnico valencianista recupera al lesionado Gabriel Paulista, mientras que pierde por sanción de Jose Luis Gayá, lo que abrirá las puertas de la titularidad a Toni Lato, que regresa al equipo tras recuperarse de la herida en la tibia que le impidió jugar los dos últimos partidos. Tampoco podrá jugar por sanción Carlos Soler, por lo que Marcelino apostará por el joven Ferrán Torres para ocupar la banda derecha. Además continúan de baja por lesión los dos mediocentros franceses Geoffrey Kondogbia y Francis Coquelin, así como el extremo portugués Gonçalo Guedes. En la lista han entrado finalmente los delanteros Kevin Gameiro y Muchy Batshuayi aquejados de un proceso gripal y otro vírico, respectivamente, aunque ninguno de ellos será de la partida inicial. También ha tenido que echar mano Marcelino de los jugadores del filial Uros Racic y Kang In Lee para completar la convocatoria.