El Deportivo Alavés firmó ayer una actuación en Barcelona que rozó la perfección y que le hizo claramente merecedor de puntuar en el Camp Nou. Regresó a casa con un enfado monumental porque no acabó metiendo en su mochila ese premio por el que tanto y tan bien había trabajado. Le faltó un poco de fortuna para sacar un mayor provecho de sus ocasiones, también que Suárez no empatase en un gol que no hubiese sido tal de no haber tocado en la mano de Piqué. Pero, sobre todo, le sobró de nuevo un árbitro, Iglesias Villanueva, que ejecutó las opciones de El Glorioso con un fuera de juego de Alcácer que no castigó y que supuso el 2-1 y, sobre todo, dejó sin penalizar un clarísimo penalti por mano de Umtiti.
Tenía ya Abelardo el equipo tremendamente mermado por las bajas en el centro del campo y el propio técnico renunció a varios de sus referentes al dejar en el banquillo a Munir -lo más sorprendente, ya que el madrileño era de los que menos cansancio acumulaban-, Pedraza y Martin. Así, dibujó el asturiano una alineación completamente desconocida; todo lo contrario que Valverde en el otro banquillo, que apenas hizo rotaciones y arrancó el partido con su arsenal al completo con Messi a la cabeza.
Se preparó el Alavés para sufrir desde el primer minuto y por eso salió con las líneas muy juntas para cerrar espacios, aunque por momentos también practicó una presión adelantada para alejar lo máximo posible la defensa de su portería. Lo peor en el arranque, los problemas autoinfligidos con algunas salidas de balón erráticas. Fallos que ya de por sí cuestan caro ante cualquier oponente y que amenazan letales ante un Barcelona.
Quitando esas torpezas, el cuadro albiazul se asentó sobre un sistema defensivo de sacrificio y compromiso. Cerrar todas las vías de agua era imposible, pero al menos corrían los minutos sin que el peligro apareciese. Y, cuando se conseguía sacar el balón limpio tras recuperación, también se montaban galopadas a la contra. Así, Ter Stegen hubo de adelantarse a un Ibai que llegaba solo para rematar ante el alemán.
El dominio blaugrana era absolutista, pero no falló el cuadro alavesista en la segunda contra que tuvo. Pase en profundidad de Ibai a la carrera desde el centro del campo de Guidetti y afortunada definición del sueco, que resbalándose acabó sacando un remate que desconcertó e Ter Stegen al paso por el ecuador de la primera parte para el 0-1.
Se desconcertó el Barça por completo y tuvo que aparecer de nuevo Ter Stegen para salvar una vaselina de Sobrino, quien poco después protagonizó una nueva contra. Que el balón fuese de propiedad casi exclusiva del equipo local era del todo esperado, lo que no entraba en el guión de nadie es que el peligro tuviera al visitante casi siempre como principal protagonista.
Recuperada la compostura, se volcaron los de Valverde sobre la portería de Pacheco, pero entre el guardameta y una defensa que se convirtió en frontón se pudo resistir, con el sufrimiento lógico en estos casos, la jugosa ventaja al descanso.
Lejos de amedrentarse y parapetarse en torno a su área, se instaló El Glorioso en campo contrario y se permitió incluso circular el balón. Valverde le veía negro y recurrió a Sergi Roberto y Alba, ya que sus laterales titulares habían sido las únicas piezas claves, junto a Busquets, de las que había prescindido de inicio. Ante la imposibilidad de penetrar en la defensa por el centro, eligió Txingurri atacar por las bandas.
Por increíble que pareciese, era el Alavés el que llevaba peligro. Ibai volvía a plantarse con peligro ante la portería barcelonista sin ser capaz de rematar y salvaba los muebles Piqué en un disparo de Duarte. Hubo de aliarse el cuadro blaugrana con la fortuna para empatar en el minuto 73, ya que el remate de Suárez no hubiese entrado de no haberse desviado tras tocar la mano de Piqué.
Había rozado el Alavés la perfección, pero quedaba encontrarse con los imponderables. Otro arbitraje que restó. Hay que decirlo claro y en voz alta. Un fuera de juego de Alcácer no señalado acabó en una falta que Messi ejecutó en el 2-1. Pero, para clamoroso, el penalti por mano de Umtiti a remate de Munir con Iglesias Villanueva disimulando como si nada. Acabó El Glorioso atacando y el Barça pidiendo la hora, pero la justicia no apareció por el Camp Nou.
Plan perfecto. De inicio, el Alavés cerró filas y taponó las vías de ataque del Barcelona con una defensa muy poblada de piernas y de muchos apoyos entre albiazules y se buscó la velocidad en las contras. Con el gol de Guidetti y un gran trabajo atrás, al descanso se consiguió un brillante 0-1.
Derrota condicionada. El cuadro albiazul controló la segunda parte hasta el afortunado empate de Suárez y a partire de ahí el colegiado, Iglesisas Villanueva, fue decisivo. No castigó un fuera de juego de Alcácer que desembocaría en el 2-1 y tampoco un clamoroso penalti por mano de Umtiti con el Alavés encerrando al Barça.
Impresionante. El técnico gijonés planteó el partido a la perfección, le cerró el pasillo central al Barcelona y fue capaz de resistir sin sufrir demasiado durante todo el partido. En la primera hora de juego, además, interpretó a la perfección el contragolpe aunque solo pudo conseguir un gol de varias ocasiones. Su Alavés mereció puntuar e, incluso, acabo encerrando al Barça. Sin premio.
El Alavés al completo hizo un partido sensacional, pero el sueco tuvo el acierto del gol y también la capacidad de generar mucho peligro cada vez que tocó el balón.
No se pueden desaprovechar tantas ocasiones sin rematar como ayer tuvo el bilbaíno, que disfrutó de muchas situaciones de ventaja en las que no fue capaz de disparar.
2
0-1, minuto 23: Guidetti. Balón en profundidad de Ibai Gómez al sueco, que recorre medio campo y acaba sacando un remate resbalando que supera a Ter Stegen.
1-1, minuto 72: Suárez. Balón pasado de Iniesta que remata el uruguayo, se desvía tras tocar en la mano de Piqué y entra en la portería vitoriana. 2-1, minuto 83: Messi. Lanzamiento de falta directa de Messi por encima de la barrera en el que Pacheco mete la mano pero no es capaz de sacarla.
Amonestó a Wakaso (minuto 22) y Duarte (minuto 27).
1