Vitoria - En la víspera del partido, el capitán García recibió en el Teatro Principal uno de los mayores honores que un vitoriano puede recoger en su tierra, el Celedón de Oro, un galardón que premia su compromiso y defensa por la ciudad que lo vio nacer. Horas después, derrotado por la paliza física ante el Madrid, volvió a recoger otro trofeo, esta vez de su afición, que de forma unánime recompensó a su capitán como el mejor jugador con una sonora ovación. Otra muestra más, quizá la enésima, de la complicidad que existe desde hace años entre la grada y este vitoriano que, por derecho propio, es ya el líder indiscutible sobre el que Gianni De Biasi deberá pivotar su proyecto si desea mantenerlo en Primera.
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