Vitoria - Alexis Ruano pidió ayer disculpas públicamente tras ser el triste protagonista del infausto derbi del pasado sábado en Lasesarre (Barakaldo) entre el Deportivo Alavés y el Athletic. Pese a ser un veterano curtido en mil batallas que a sus 32 años recién cumplidos ha vivido ya de todo en el mundo del fútbol, el central malagueño incurrió en un imperdonable error que, de haberse producido en un partido oficial, le habría apartado de la circulación durante muchos meses con una durísima sanción de los Comités de turno.
Afortunadamente para él, el cruce de cables ocurrió en un amistoso y la cosa no pasará a mayores, si bien es cierto que su desafortunada acción puede servir para que el estamento arbitral le haya cogido la matrícula. Su imagen acariciando la cara del guipuzcoano Daniel Palencia Caballero al poco de ser expulsado, supuestamente por hablar más de la cuenta o incluso insultar al árbitro, dio ayer la vuelta en todos los telediarios e informativos.
De ahí que el futbolista albiazul tuviese que salir a la palestra y asumir su culpa en un texto que subió a su cuenta de Instagram. “Tras lo ocurrido el sábado en Lasesarre, quiero pedir disculpas al arbitro y a los aficionados del Alavés, del Athletic y del fútbol en general. Me arrepiento. No voy a buscar excusas. Nunca lo he hecho. Está mal y mi deseo es reconocerlo”, subrayó de entrada Alexis, expulsado mediada la segunda parte en un partido tenso desde los compases iniciales y que derivó en un epílogo surrealista.
Después de que sus intentos anteriores de templar los ánimos de unos y otros cayeran en saco roto, el trío arbitral se dio a la fuga sin cumplirse el tiempo reglamentario. La acción que precipitó todo sería una tangana entre futbolistas de ambos equipos, iniciada a raíz de una entrada de Óscar Romero a Saborit que también le costó al paraguayo la roja directa.
El anterior gesto de desprecio por parte de Alexis fue lo que desencandenó el creciente nerviosismo de Palencia Caballero, que no permitió la disputa del tiempo de descuento ni el lanzamiento de penaltis para determinar la identidad del vencedor de la Euskal Kopa, desértica en su primera edición.
“Lo que iba a ser una fiesta antes de empezar la temporada, acabó siendo un trago de mal gusto para todos los amantes de este deporte. Al final, nosotros tenemos que ser un ejemplo y en eso me comprometo en el futuro”, concluyó la misiva de Alexis, obligado a controlarse a partir de ahora si no quiere estar vigilado estrechamente por el colectivo arbitral en el curso que arranca en breve. - DNA