Vitoria - Uno de los asuntos de plena actualidad en el Deportivo Alavés es el que atañe a la renovación de Mauricio Pellegrino y las negociaciones que el entrenador mantiene abiertas con el club para extender su vínculo durante una temporada más. Una cuestión que, como dejó entrever el propio técnico el pasado sábado y en su propio entorno cercano se reconoce, se encuentra ya perfectamente encauzada y a la que prácticamente solo le falta la firma de las partes. Una cuestión meramente formal que no ha podido cerrarse en los últimos días por el viaje a Argentina que ha realizado el director deportivo, Sergio Fernández. En principio, se espera que el máximo responsable de la parcela deportiva regrese a Vitoria a finales de la presente semana y que entonces se proceda a sellar una renovación que podría ser anunciada oficialmente a lo largo de la semana próxima.
Aunque se hayan ido más allá de los famosos “diez minutos” que El Flaco auguró la primera vez que fue inquirido al respecto, lo cierto es que las negociaciones entre las dos partes no han sido para nada complejas y las principales asperezas se han tenido que limar en aspectos secundarios, aunque no por ello importantes desde el punto de vista personal. El técnico había asegurado desde el primer momento que quería seguir en el Alavés y desde el propio club se tenía claro que la prioridad era la continuidad, por lo que llegar a un pacto no parecía excesivamente complicado.
Por esa confianza en el trabajo del entrenador, en las oficinas del Paseo de Cervantes se han querido asegurar cuanto antes la renovación de un técnico que ha subido muchos enteros gracias a su labor y resultados durante la presente temporada. En Vitoria se presentó con el bagaje de haber sido destituido en su corto periplo en el Valencia y experiencia de tres temporadas en Argentina entre Estudiantes e Independiente, pero este curso se ha consagrado salvando al Glorioso con inesperada holgura y consiguiendo la clasificación para la final de una Copa que todavía puede ganar. Con muchos clubes -Barcelona, Sevilla, Celta, Athletic...- pendientes de lo que sucederá en su banquillo en unas semanas, en el Paseo de Cervantes se ha querido asegurar la ampliación del contrato de Pellegrino cuanto antes para evitar problemas futuros.
No en vano, al preparador alavesista no le han faltado intereses más o menos realistas para cambiar de aires. No solo varios de los jugadores a los que ha dirigido este año se han revalorizado o conseguido un hueco en el mercado; el propio técnico ha subido enteros de forma relevante. Por esa razón, también el club vitoriano ha hecho sus sondeos en el zoco de entrenadores, valorando distintas opciones ante el riesgo de verse privado de quien ha sido su guía en el banquillo.
Estas situaciones quedan ahora descartadas, ya que la renovación de Pellegrino es casi una realidad. Una continuidad que supone una rareza en la época de Josean Querejeta al frente del club albiazul, a pesar de que la misma ha estado más marcada por los éxitos que por las decepciones. En esta ocasión, El Flaco se ha ganado una confianza de la que no disfrutaron ni Natxo González ni José Bordalás a pesar de conseguir sendos ascensos. El técnico vitoriano acabó renovando a pesar de que la confianza en su figura era muy mermada, opción que ni siquiera tuvo el preparador alicantino, que vio su contrato rescindido tras subir a Primera.
En el caso de Pellegrino, éxitos deportivos y confianza van de la mano. El argentino ha sacado un rendimiento sobresaliente a su equipo, alcanzando con relativa facilidad el objetivo de la permanencia y peleando encima por terminar el curso entre los diez primeros clasificados, a lo que hay que añadir el gran premio de la final copera. Pero, además, desde el punto de vista del trabajo y de la personalidad también ha encajado de maravilla en un entorno que no es sencillo. Se valora muy positivamente su capacidad para hacer crecer a los jóvenes, su gestión de la plantilla, la capacidad para imprimir un sello propio al equipo y también su carácter tranquilo, que ha propiciado un curso sin sobresaltos.