El Deportivo Alavés viajaba a Vigo con el objetivo de dejar la eliminatoria abierta de cara a la vuelta en Mendizorroza y cumplió con esa meta. La otra, la de conseguir marcar a domicilio, no la pudo alcanzar. El empate a cero deja todo abierto de cara a la vuelta en Vitoria, pero entonces El Glorioso tiene la obligación de imponerse al Celta para clasificarse. Solo vale ganar, ya que tanto la derrota como cualquier empate con goles -las tablas a cero conllevarían los penaltis- sería favorable a los intereses celestes. El factor campo es favorable, pero encajar un tanto en contra supondría un mazazo enorme para las opciones de alcanzar la primera final copera de la historia del club.
El Alavés quería jugarse la clasificación en Mendizorroza y así lo hará. Pero no conseguir marcar a domicilio es un peaje que puede acabar pagándose caro. Más aún teniendo en cuenta el rendimiento del cuadro albiazul como local. Es un equipo al que es muy difícil superar, pero que en lo que va de curso solo ha sido capaz de imponerse en dos compromisos ligueros (Granada y Betis) y en uno más en Copa, el disputado contra el Nàstic.
La nota positiva es que el equipo de Mauricio Pellegrino demostró de nuevo que le puede plantar cara de sobra al Celta. Lo hizo hace apenas tres semanas en Liga y repitió ayer en Copa. Entonces, los de Eduardo Berizzo consiguieron marcar en el último minuto después de haber jugado toda la segunda parte en superioridad numérica. Ayer no fueron capaces de superar a Pacheco pese a su fenomenal arreón en el tramo final, liderados por un Iago Aspas que se quedó con las ganas de ser ejecutor de nuevo de los vitorianos como cuando en 2009 les mandó a Segunda B.
Durante alrededor de una hora de juego, el cuadro vitoriano se mostró mucho más asentado sobre el césped que su rival. Otra vez, el problema llegó en las inmediaciones del área, donde no se resolvió bien. Las dos mejores ocasiones estuvieron en botas de Manu García, pero al final Sergio Álvarez consiguió salvar los muebles y evitó ese tanto que hubiese sido fundamental.
En el otro lado de la balanza, el Celta volvió a demostrar que es un equipo con dinamita en ataque. El objetivo el miércoles será secar de nuevo a los puntas celestes y tratar de aprovechar el empuje de Mendizorroza para conseguir algún gol.
La eliminatoria regresa a Vitoria completamente igualada y El Glorioso tendrá la oportunidad histórica de conseguir su primera clasificación para una final de Copa si consigue ganar ante su afición. No es el escenario ideal, pero cualquiera lo hubiera firmado de antemano.