VITORIA - Dentro de las jornadas dedicadas al entrenamiento y rendimiento en edades tempranas que organiza la Asociación de Federaciones Deportivas de Álava el Palacio Europa acoge hoy la sesión dedicada a conocer los métodos de funcionamiento y trabajo de la residencia Oriol Tort, más conocida como La Masía del Barcelona. Sergio Vallecillo, como responsable de gestión y proyectos, y el coordinador pedagógico Rubén Bonastre desglosarán, a partir de las 19.00 horas, cómo esta organizada esta residencia por la que han pasado destacados astros del balón entre los que destacan los de los astros Andrés Iniesta y Leo Messi, entre una amplia lista de nombres. “Se trata de la residencia en la que conviven deportistas de todas las secciones del club”, apostillan como preámbulo en conversación con DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA. Los nombres de los ilustres futbolistas son los que más han brillado pero en la actualidad allí conviven 76 jóvenes deportistas de las cinco secciones profesionales del club como son el balompié, fútbol, balonmano, baloncesto, hockey sobre patines y fútbol sala. Allí tienen cabida ese amplio grupo de chavales entre los 12 y 18 años y después tienen la posibilidad de continuar bajo el amparo del club en la media docena de pisos tutelados que tiene repartidos por la Ciudad Condal. Cuando la parcela deportiva decide que tiene interés en contar con uno de esos chavales se realiza una invitación a la familia “para explicarles y que conozcan de primera mano no solo el proyecto deportivo, sino que comprueben la importancia del aspecto social”, remarcó Rubén Bonastre. en la gran mayoría de casos se trato de pequeños de muy corta edad que afrontan el difícil paso de abandonar su entorno familiar más cotidiano para alejarse de ella y sumergirse en una dinámica totalmente diferente. “Son residentes más allá del deporte y procuramos y trabajamos porque logren una total integración sin que pueda suponer para ambas partes ningún trauma”. Una vez integrados en La Masía el Barcelona pone en marcha su enorme resorte de cuidados y atenciones en los que se cuida hasta el más mínimo detalle.
Todo funciona bajo un estricto horario en el que la actividad comienza a primera hora de la mañana, 7.00 horas, con el desayuno y partir de ahí llega el turno de cuidar la faceta escolar de cada uno de ellos. A las dos de la tarde regresan al centro para comer y acudir a las clases de refuerzo y, tras la merienda, acudir a los diferentes entrenamientos hasta cerca de las nueve de la noche. “Llega luego un tiempo y espacio importante como es el posterior a la cena en el que tienen ocasión de convivir entre ellos, hablar, jugar y poder también hablar con sus familias”, concreta Bonastre. En su estancia en Vitoria se reunieron también ayer con el Alavés que trabaja para crear una residencia de jugadores.