Vitoria - La pregunta que todo el mundo se hace en el entorno de Deportivo Alavés y Osasuna no tendrá respuesta hasta el sábado. Hasta el mismo día del partido será completamente imposible determinar si el duelo entre vitorianos y navarros puede disputarse o si, por el contrario, se suspende por culpa de las condiciones climatológicas adversas. La nieve y, principalmente, el hielo se convierten en amenazas más evidentes con el paso de las horas, pero hasta que ese mismo día no se compruebe el estado real del césped y si existen condiciones para la disputa sin peligro de un partido de la Liga Adelante no se podrá tomar una decisión definitiva.
Desde las oficinas del Paseo de Cervantes se defiende que el deseo del club es disputar el partido con total normalidad según se encuentra fijado en el calendario y se tiene bastante claro que el principal problema va a ser la presencia de placas de hielo sobre el césped. De momento, y como siempre ha ocurrido en situaciones similares precedentes, se ha optado por no retirar el manto de nieve -algo más de diez centímetros- que cubre el césped de Mendizorroza.
Si se eliminase esta capa diariamente -habría que hacerlo con palas-, la hierba se vería enormemente afectada y el verde quedaría en unas condiciones lamentables para el resto de la temporada. Además, esa capa de nieve que se vaya acumulando hasta el sábado puede ser la que evite la congelación del terreno de juego. El problema, por otra parte, es que esa primera capa pegada al césped también se congele, por lo que sería imposible retirar la nieve sin destrozar el césped.
“Queremos jugarlo y vamos a ver lo que pasa. El mayor problema va a ser el hielo y el sábado por la mañana haremos lo indecible para que el campo esté listo, pero si el campo está helado levantas todo el césped al quitar la nieve y ese es el problema real”, señaló ayer Javier Zubillaga.
La previsión para los próximos días, y para el propio sábado, es que van a continuar las nevadas, aunque serán más débiles según se vaya acercando la fecha del partido. Eso sí, el frío va a ser un factor muy importante tanto el viernes como el mismo día del partido, ya que en Vitoria se estima que el termómetro no se va a encontrar en valores positivos, con el serio riesgo que ello conlleva en la formación de hielo.
En lo que respecta a la preparación del duelo con Osasuna, para la plantilla alavesista la semana será también muy especial. Y es que, de no cambiar mucho el tiempo, no se prevé realizar ni un solo entrenamiento en un campo de fútbol normal. Al igual que ayer, la sesión de hoy se trasladará al pabellón de Betoño, donde el equipo volverá a trabajar en dimensiones reducidas sobre el césped artificial del polideportivo. - DNA