vitoria - Una de las peculiaridades del deporte profesional es que obliga a quienes lo practican a moverse bajo un ritmo frenético. No entiende de pausas y lo que habitualmente es un problema en ocasiones se convierte en un inesperado aliado. Eso es precisamente lo que le ocurre en esta oportunidad al Deportivo Alavés, que apenas setenta y dos horas de caer derrotado de manera difícilmente explicable en Mallorca está obligado a afrontar una cita de enorme calado

Es cierto que el encuentro de esta tarde frente al Mirandés (Anduva, 20.00 horas) pertenece a otra competición diferente pero no lo es menos que la Copa del Rey es un bonito escaparate del que se puede extraer un jugoso beneficio tanto en el ámbito deportivo como en el económico. Por lo que respecta al primero de ellos, el combinado albiazul no puede dejar pasar de largo la ocasión de lavar la pobre imagen ofrecida en la segunda parte del duelo ante el Mallorca y reencontrarse con las que deben ser sus señas de identidad irrenunciables para poder aspirar a conseguir los objetivos inicialmente marcados. Así pues, en un choque de máxima rivalidad regional como el que le espera al cuadro de Alberto y ante un oponente igualmente necesitado, el Alavés tiene que ser más que nunca fiel a sí mismo para aspirar a continuar adelante en el torneo del K.O.

En cuanto a la vertiente económica, el que salga vencedor sabe que en la siguiente eliminatoria se encontrará con un rival de Primera División en un cruce que se disputará ya a doble partido, por lo que los ingresos por taquilla están mucho más asegurados. Además este año -como consecuencia de los problemas derivados del descenso administrativo del Murcia- en el grupo de posibles adversarios está incluso uno de los que disputa competición europea.

En definitiva, que la visita de esta tarde a Anduva se presenta, aunque envuelta en un innegable contexto de dificultad, como una excelente oportunidad para dar un paso al frente y regresar al camino de la solvencia. Un objetivo para el que Alberto confiará en los menos habituales.