vitoria. Nervios de acero. Esa es la principal virtud que necesita mostrar el equipo que desee salir victorioso del encuentro de mañana en Son Moix. Tanto el Deportivo Alavés como el Mallorca acuden a la cita comidos por los nervios y, en consecuencia, están obligados a recuperar el mayor temple posible si no desean profundizar todavía más en su delicado momento actual. Muy lejos de su momento óptimo de la temporada y con los malos resultados recientes mordiéndoles los talones, no pueden permitirse un nuevo tropiezo que podría acarrear consecuencias indeseadas para ambos.

Porque los números no engañan y, desgraciadamente, tampoco perdonan. Los balances de albiazules e insulares en el último tramo del campeonato ni se acercan al aprobado y han provocado que se enciendan las alarmas. Cinco semanas sin ganar en el caso de los vitorianos y una menos en el de los baleares -uno de los teóricos favoritos para pelear por el ascenso a la Liga de las estrellas al final del curso- constituyen una mochila demasiado pesada como para mantenerla demasiado tiempo a la espalda.

Por este motivo, la cita adquiere una especial relevancia en ambos lados. Los dos precisan dar un golpe sobre la mesa que les lleve a variar el rumbo y recuperar unas sensaciones positivas que hace demasiado tiempo que no sienten. Para ello, el primer paso es mostrar la máxima intensidad sobre el césped y mantener una concentración total durante los noventa minutos. Cualquier mínimo error puede suponer una bombona de oxígeno para el adversario -el Alavés se ha convertido en un auténtico especialista de este tipo de regalos en los últimos tiempos- y echar al traste todo el duero esfuerzo anterior y posterior. Ahora bien, tampoco resulta recomendable excederse en la motivación y comparecer pasado de revoluciones, convirtiéndose en presa fácil para el contrario. Como en casi todo, dar con el difícil punto de equilibrio entre ambos aspectos será la clave.

Esa será la misión fundamental de unos futbolistas que son plenamente conscientes de que se juegan bastante más que tres puntos. Deberán sin embargo abstraerse de esa presión añadida para poder ofrecer lo mejor de sí mismos e intentar arrimar el ascua a su sardina. Así lo entiende uno de los pilares del conjunto vitoriano, que tiene claro cuál debe ser la actitud del Glorioso en su visita a Son Moix. Vamos sin complejos a por ellos. Hay que ir a Mallorca a intentar conseguir los tres puntos", advierte Borja Viguera.

Miño quiere "arrasar" No se va a encontrar en cualquier caso el riojano una alfombra roja para llevar a cabo su propósito en este trascendental compromiso. Más bien al contrario, el Mallorca está dispuesto a pelear con el cuchillo entre los dientes durante los noventa minutos de la contienda. En este sentido, el guardameta balear, Rubén Miño, calentó en la jornada de ayer las horas previas al partido con unas declaraciones en las que amanazaba con pasar por encima del Alavés.

"En esta categoría se ha visto que cualquier equipo puede crearte muchos problemas, y el Alavés no va a ser una excepción. Será un partido muy difícil pero si estamos a nuestro nivel hay que arrasarlo. Tenemos que estar muy concentrados e ir a por la victoria, aunque está claro que hay que mejorar algunos aspectos como la estrategia defensiva", significó el portero.