Vitoria. El fútbol base del Deportivo Alavés sufrirá un nuevo cambio en su dirección a partir de la próxima temporada, ya que su máximo responsable desde el pasado verano, Gustavo Pérez, ha decidido poner fin a la relación con el club que ha sido su casa durante tantos años. En su regreso a la dirección deportiva alavesista, Javier Zubillaga echó mano de un viejo conocido que ya estuvo al frente de la cantera albiazul desde 1993 hasta 2004. Gustazo Pérez asumió con placer la oportunidad que se le presentaba de regresar a la formación del club del Paseo de Cervantes tras unos cuantos años alejado del mundo del fútbol, pero tras menos de un año de experiencia al frente de Ibaia ya ha comunicado a sus allegados y a familias de jugadores de la cantera que su intención es abandonar el club de cara a la próxima temporada. En esta tesitura, Zubillaga se verá obligado a buscar un nuevo máximo responsable para la cantera, una figura que podría venir acompañada de otros cambios relevantes en la actual composición del organigrama de funcionamiento del fútbol base alavesista, aunque habrá que esperar un tiempo para ver si se producen esas variaciones.
Gustavo Pérez abandonará su segunda etapa al frente del fútbol base albiazul después de haber dejado muy bien encaminado el proyecto de convergencia del balompié alavés hacia el principal club de la provincia. La rúbrica de convenios de colaboración con la mayoría de los clubes de la provincia va a ser su gran legado cuando abandone las oficinas del Paseo de Cervantes, un trabajo en el que tanto él como sus colaboradores han desarrollado una labor muy importante a través de reuniones y conversaciones que en casi todos los casos han llegado a buen puerto. Cierto es que aún faltan por unirse a los convenios varios de los clubes más importantes de Álava, pero la masa principal de equipos ya pivotan en la órbita de El Glorioso, un logro que no se había conseguido en todos los intentos anteriores por parte del club, que no han sido pocos.
En el apartado competitivo, el Alavés ha conseguido asegurar la continuidad en sus respectivas categorías de los máximos exponentes de su cantera. Así, tras reengancharse a Tercera División, el Aficionados ha conseguido una permanencia muy holgada con varias jornadas por jugarse, librándose incluso de los posibles arrastres. A las órdenes de Eduardo Ortiz de Elguea, el filial, a pesar de los muchos problemas con las lesiones y de la inexperiencia de su plantilla, ha salvado la categoría con bastante tranquilidad y con el paso de los meses el equipo ha ido creciendo y ganando en madurez, evidenciando que algunos futbolistas pueden dar el salto a categorías superiores en un breve espacio temporal. En cuanto al técnico, su excelente temporada no le asegura, ni mucho menos, una continuidad en el banquillo que parece tener bastante complicada.
Mucho más agónica fue la salvación del equipo de División de Honor Juvenil, que certificó la continuidad en la máxima categoría en la última jornada. Tras la salida de Pablo Gómez, el exguardameta de la Real Sociedad, Alberto López, cogió los mandos del equipo. Esta contratación fue una apuesta personal de Zubillaga y todo hace indicar que el responsable deportivo alavesista apostará por Alberto para llevar los mandos del filial.
También el máximo exponente de la categoría cadete, el equipo militante en Liga Vasca, consiguió asegurarse la continuidad con bastante solvencia, una situación que asegura un relevo en unas categorías inferiores que de cara a los años venideros irán perdiendo progresivamente los equipos de iniciación para que los chavales que ingresen en la cantera alavesista lo hagan a partir de edad infantil.
Con la inminente marcha de Gustavo Pérez, ahora le tocará a Zubillaga encontrar un nuevo responsable del fútbol base que aporte continuidad al trabajo que se ha venido desarrollando a lo largo de esta temporada, ya que con una situación económica aún comprometida y unos años por delante todavía complicados en lo monetario cada vez será más importante para los clubes poder abastecerse con los productos que genere su cantera, que además de surtir al primer equipo también puede convertirse en una buena fuente de ingresos si alguna de las promesas del fútbol base albiazul despunta.