Vitoria. El reparto en la responsabilidad goleadora fue una de las principales características del Deportivo Alavés en el arranque de la temporada, pero de un tiempo a esta parte ese acierto coral se ha transformado en un particular monopolio del que disfrutan en exclusividad cinco de los integrantes de la vanguardia albiazul, que firman todas las dianas marcadas desde el enfrentamiento en la primera vuelta contra el Racing B, en la decimoquinta jornada. El primer tanto de aquella tranquila tarde lo consiguió Manu García, pero con el segundo Juanma inició una racha de veintidós goles seguidos -con la única excepción del marcado en propia puerta por Albisua contra el Bilbao Athletic- en la que cinco hombres se han mantenido invariables como protagonistas. El mencionado Juanma, Viguera, Sendoa, Guzmán y Laborda son los alavesistas que en estos momentos cuentan con licencia para matar.

Hasta ese segundo gol contra el Racing que marcó Juanma, el equipo de Natxo González había conseguido perforar las porterías rivales en veinticuatro ocasiones y el reparto de aciertos entre varios futbolistas se convirtió en una constante. Guzmán (5), Manu García (3), Barahona (3), Javi Hernández (2), Viguera (2), Luismi (2), Jonan (2), Juanma (2) Negredo (1) y Beobide (1) -a los que hay que añadir el gol en propia puerta de Alberdi en Amorebieta- se repartieron los honores y los agasajos de sus compañeros en las celebraciones, pero desde esa segunda diana contra el Racing toda la gloria recae en cinco figuras que se están erigiendo en determinantes en la resolución.

La palma se la lleva un Viguera que lleva un ritmo goleador espectacular, ya que en los últimos trece partidos, e incluso habiéndose perdido alguno de ellos como el disputado en Sestao, acumula ocho dianas. El arranque de año 2013 que está viviendo el riojano es simplemente sensacional y se ha convertido en el terror de las defensas rivales, tanto con su capacidad de definición como por su habilidad para la asistencia. No en vano, es el mejor artillero albiazul con sus diez tantos, pero también su mejor asistente con seis pases decisivos.

El segundo en esta particular lista es un Sendoa que tras un arranque de curso marcado por los problemas físicos sacó a relucir todo su talento en el tramo final del pasado año y que ha mantenido esa regularidad en las últimas semanas. Con cinco goles, el vizcaíno ha vuelto a mostrar esa capacidad resolutiva en los metros finales de la que hizo gala la pasada campaña y el objetivo es dosificarle al máximo para que sea decisivo en el play off.

En fase de recuperación se encuentra también un Guzmán que vuelve a recordar al que maravilló en el arranque del curso. Tras superar un valle de forma, el extremeño vuelve a ser incisivo por las bandas y saca a relucir su chispa rematadora con tres goles en las últimas jornadas. La misma cifra maneja Juanma, el hombre que abrió ese particular coto privado de caza de goles que han instaurado estos cinco futbolistas. En el caso del valenciano, a su capacidad rematadora se une un poder de fijación de los defensas que le ha venido muy bien a sus compañeros, que encuentran muchos más espacios cuando está sobre el terreno de juego.

El último en la lista es un Laborda que con dos goles demostró desde bien pronto las razones que llevaron a su contratación. También bregador como Juanma, el navarro logró dos dianas muy importantes que le unieron a esta particular sociedad que ha logrado todos los goles alavesistas desde la decimoquinta jornada con la única excepción del que se marcó en propia puerta el Bilbao Athletic. En este tramo, solo en dos partidos se ha quedado El Glorioso sin marcar.

Este nivel goleador mostrado por estos cinco atacantes albiazules evidencia el buen momento de forma por el que están atravesando, convertidos en auténticas pesadillas para las defensas rivales. Ya sea con el estilo repartido del inicio del curso o con el actual en el que todo está mucho más monopolizado, lo que queda claro es que este equipo cuenta con recursos sobrados para marcar en todas las circunstancias, ya que si una de sus fuentes goleadoras se agota siempre aparece un compañero dispuesto a tomar el relevo como protagonista.