Vitoria. Sería de ilusos esperar que Tito Vilanova se presente en Mendizorroza con su alineación de gala. Soñar con ver a los Messi, Xavi, Iniesta, Cesc, Villa o Piqué al mismo tiempo sobre el césped vitoriano es una utopía. Jugará alguna de las grandes figuras, pero a buen seguro serán los jóvenes los que asuman los galones. Para muchos puede suponer una decepción, pero se trata de una oportunidad única de ver jugar a las promesas llamadas a tomar en no mucho tiempo el relevo de los astros que han puesto al Barcelona en el trono del fútbol mundial. Y es que, La Masia mantiene inalterable su producción de estrellas para el primer equipo, en el que solo hay ocho futbolistas que no se han formado en la cantera del club.

Reglamento en mano, los clubes tienen la obligación de tener sobre el césped a siete jugadores con licencia del primer equipo. Ningún problema para Vilanova, con una plantilla corta pero en la que ya figuran varias promesas que tienen que ir acumulando minutos importantes para, llegado el momento, relevar a los jugadores que han liderado la etapa de mayor esplendor en Can Barça.

Así ha sido en los casos de Martín Montoya en el lateral derecho y Marc Bartra en el eje de la zaga, a los que las lesiones de Alves, Puyol y Piqué han dado una oportunidad que ahora tratan de aprovechar. A la disciplina del primer equipo también pertenecen los lesionados Marc Muniesa e Isaac Cuenca, mientras que más complicada es la situación de un Jonathan Dos Santos que no parece entrar en los planes de futuro. A medio caballo entre el primer equipo y el filial está Cristian Tello.

Ejemplos hay a raudales de cómo llegar para quedarse, pero los dos últimos tienen a Pedro Rodríguez y Sergio Busquets como protagonistas. Pep Guardiola les llevó desde el filial al primer equipo, desde Segunda B hasta la elite del fútbol mundial. El técnico de Santpedor confió en sus posibilidades y ellos respondieron repitiendo entre los mejores lo mismo que tantos años llevaban trabajando en categorías inferiores.

Con el filial en Segunda, el salto es menor y de ello se pretenden aprovechar algunos de esos jugadores llamados a marcar una nueva época en el club culé en no demasiado tiempo y que en Mendizorroza podrían tener muchos minutos. Oportunidad de oro para el seguidor alavesista, que dentro de unos años evocará el recuerdo de haber visto en sus primeros pasos a talentos como Deulofeu, Sergi Roberto o Rafinha.