Los tiempos cambian en todos los sitios y también en el mundo del fútbol varían los mapas a la misma velocidad que se mueve el dinero. Los clubes españoles, italianos e ingleses han sido desde siempre los grandes dominadores de los mercados balompédicos, pero de un tiempo a esta parte se han abierto nuevas puertas en el horizonte de los futbolistas que busquen incrementar sus cuentas corrientes a cambio de buscar destinos un tanto exóticos para sus carreras. Una opción así se le ha presentado este año al alavesista Gorka Azkorra, por quien estuvo interesado un club de Bielorrusia dentro de una operación que finalmente quedó frustrada por el rechazo del propio futbolista y de la entidad del Paseo de Cervantes a desprenderse de uno de sus jugadores más relevantes.

Los países del este de Europa, sobre todo Rusia, han venido a sumarse a esa tendencia de gastos millonarios que ya lleva tiempo implantada en competiciones como las de Estados Unidos, Qatar o China. Hay clubes y propietarios a los que no les duelen prendas a la hora de desembolsar cantidades ingentes de dinero con el objetivo de potenciar el rendimiento deportivo y algo así pensaron los dirigentes del Dinamo de Minsk cuando, a través de una enrevesada red de agentes, se pusieron en contacto con Azkorra para ponerle encima de la mesa una oferta difícilmente rechazable. Pese a ello, finalmente tanto el delantero vizcaíno como el propio Alavés, empeñado con seguir contando con los servicios de un futbolista al que la dirección deportiva considera indispensable y con contrato en vigor para la próxima campaña, dejaron a un lado esta llamativa posibilidad.

El otrora sempiterno campeón de la Liga Vysshaya buscaba con Azkorra la opción de incorporar a un jugador de renombre en la competición española para intentar hacer frente a la hegemonía que durante los últimos años ha ejercido el Bate Borisov en la competición bielorrusa. Y para conseguir el fichaje sus rectores no se pararon a hacer economías, presentando una oferta monetaria del más alto nivel.

Además de un sueldo que prácticamente quintuplicaría lo que en estos momentos está cobrando en el Alavés, a Azkorra el club bielorruso también le ofrecía casa y coche por un contrato de temporada y media de duración. Una propuesta mareante, sin duda, pero que quedó aparcada casi al mismo tiempo de ser presentada.

Y es que, tanto el jugador como el propio club -que en caso de haber abierto las puertas al traspaso también habría percibido una importante compensación económica como contraprestación- prefirieron apostar por el acuerdo rubricado el pasado verano y que une a Azkorra con el Alavés durante una temporada más.

En este sentido, el del delantero no es el único nombre alavesista que se encuentra en la palestra del mercado. La oferta de renovación que Quintanilla tiene sobre la mesa sigue en compás de espera ante las opciones que tiene el defensa de enrolarse en Osasuna y Villarreal, mientras que en las dos últimas jornadas un emisario del Valencia, el exjugador Juan Sánchez, ha estado analizando en directo las evoluciones de algunos futbolistas.