El de ayer se convirtió en un día especial para Alex Sánchez, el guardameta suplente del Deportivo Alavés, que no había disputado hasta la fecha un solo minuto con el cuadro albiazul. El portero catalán debutó, dejó la puerta a cero y tras el encuentro desveló que se había sentido "muy bien". "No he sentido nervios. Estaba preparado para jugar", afirmó.