Vitoria. Desde que se cambió el sistema de ascenso a Segunda División hace tres temporadas, el primer puesto del grupo es un botín muy preciado. Dos de cada cuatro equipos tienen el salto de categoría asegurado y los dos restantes tienen un camino más sencillo que el resto de equipos de play off, lo que provoca un alto porcentaje de ascensos entre aquellos que acabaron liderando sus respectivos lotes.

La historia así lo constata. De los doce líderes que ha habido en cada uno de los cuatro grupos durante estas tres últimas campañas, la friolera de ocho, un 66%, estaba jugando en Segunda la temporada siguiente. Pues bien, si el Deportivo Alavés quiere lograr ese primer puesto está obligado a realizar una machada histórica.

El culpable de que el conjunto albiazul se vea obligado a llevar a cabo tal gesta no es otro que un Mirandés que está intratable. Los números de los de Carlos Pouso asustan. Los rojillos no pierden desde la temporada pasada. Contando los partidos de pretemporada, Copa y los doce de Liga, el cuadro de Anduva ha enlazado ya la impresionante cifra de 24 jornadas sin perder.

En el campeonato de la regularidad son doce los encuentros consecutivos los que acumulan los rojillos sin conocer la derrota. Nueve victorias y tres empates es su espectacular balance hasta la fecha. Con esos números han conseguido abrir una gran brecha sobre el resto. Una sima. De impresionantes dimensiones. Así ahora mismo, el Deportivo Alavés está a 13 puntos del Mirandés, diez en el mejor de los casos si los de Granero consiguen imponerse en el partido aplazado al Bilbao Athletic.

La desventaja es grande. Muy grande. Históricamente insalvable. Así lo dictan las estadísticas. En esta última década, ningún equipo del grupo vasco ha sido capaz de recortar una renta superior a los seis puntos sobre el líder a estas alturas del campeonato.

Cinco no ceden el liderato De hecho, los fríos números desvelan que en esta última década cinco de los clubes que ocupaban el primer puesto a estas alturas consiguieron acabar el campeonato en lo más alto -Eibar (10-11), Real Unión (08-09), Ponferradina (07-08), Salamanca (05-06) y Barakaldo (01-02)-. La mitad conservó su puesto de privilegio, mientras que el otro 50% vio cómo en estos dos últimos tercios del campeonato era desbancado de su pedestal.

Eso sí, la ventaja de la que gozaban los entonces líderes del grupo vasco en esta última década era mucho menor de la que disfruta hoy en día el enrachado Mirandés, que tiene a nueve puntos al Amorebieta, que dispone de un encuentro aplazado.

Y es que hay que destacar que la mayor desventaja remontada en estas últimas 26 jornadas fueron los seis puntos que logró enjugar la Ponferradina por dos veces. Primero en el curso 2004-05, cuando marchaba séptimo a dos partidos de un primer puesto que ocupaba el Alavés B, y después en la 2009-10, cuando era segundo tras un Eibar que pinchó en el tramo final y permitió al cuadro leonés arrebatarle el liderato.

Por su parte, el Eibar remontó los tres puntos que perdía con el líder Palencia en la 2006-07 para acabar finalmente en lo más alto y el Pontevedra y el Real Unión hicieron lo propio en los cursos 2003-04 y 2002-03 respectivamente frente al Amurrio y Barakaldo, aunque en ambos casos tan sólo tenían una desventaja de un punto respecto al primero tras la disputa de estas doce primeras jornadas.

El único invicto Pues bien, el Alavés en el mejor de los casos estaría a diez. Casi nada. Un mundo. Para encontrar las causas de esta sideral diferencia hay que mirar a lo que está haciendo el Mirandés, algo fuera de lo normal. Buena prueba de ello es que el cuadro burgalés es el líder con más puntos y que tiene una mayor renta sobre el segundo una vez transcurrido casi el primer tercio de Liga.

En esta temporada ningún otro equipo puede presumir de los 30 puntos que atesora el cuadro de Anduva. Los que más se le acercan son el Lugo y el Atlético Baleares, líderes del grupo I y III respectivamente, con 27 cada uno. Tres puntos es la renta de la que goza el cuadro gallego sobre el Castilla, su más inmediato perseguidor, y cinco son los que disfruta el conjunto isleño con el Orihuela, segundo de su grupo.

Además, el Mirandés puede presumir de haber firmado el mejor arranque del grupo vasco en la última década. En estos diez años el que más se acerca a su impresionante registro de 30 puntos en doce partidos es el Salamanca del curso 2005-06 que se quedó en 29. Eso sí, el cuadro charro ya llevaba para estas alturas un encuentro perdido, mancha que aún no tienen los pupilos de Pouso.

Y es que entre otras muchas cosas hay que destacar que el vecino albiazul es el único de los 80 equipos de la categoría que permanece invicto. El secreto quizá resida en su fortaleza defensiva. No en vano, hasta la fecha tan sólo les han metido tres goles en Liga, siendo el equipo menos goleado de toda la Segunda B. Los que más se le acercan son el Badalona y San Roque, ambos con cinco. Por detrás de un Mirandés capaz de enlazar los nueve primeros partidos de Liga dejando su portería a cero. Diez lleva en total con el último en el que se impuso por 0-2 a la Ponferradina. Es el Mirandés. Un vecino, por ahora, inalcanzable.