a Gorka Azkorra le está tocando padecer el habitual mal que parece afectar a todos los goleadores cuando se visten la camiseta del Deportivo Alavés, que bajan sus registros sustancialmente con respecto a la campaña precedente. Le pasó a Geni (de doce goles con el Jaén a cinco en Vitoria) y a Jito (de veintitrés con la Cultural Leonesa a trece en el Alavés) y ese mal parece acompañar ahora al delantero bilbaíno, que venía de cuajar una sensacional temporada en el Lugo, con el que se quedó a las puertas del ascenso y con el que firmó dieciocho goles, siendo el pichichi del Grupo I en su regreso en Segunda División B tras varias campañas en la categoría de plata. Pese a ello, y militando en el máximo goleador del Grupo II, Azkorra no ha sido capaz de estrenarse todavía este curso, y eso que oportunidades no le han faltado para estrenar su casillero, el único que sigue a cero de entre los tres puntas porque Geni ha conseguido cinco dianas y Jito otras tres más.
"Es una situación que no se lleva bien, pero también hay que ver cómo se ha desarrollado la temporada y, además, también he estado lesionado. He fallado unas cuantas ocasiones y en algunos partidos no ha habido suerte, pero estoy tranquilo porque a lo largo de mi carrera en Segunda B siempre he marcado goles. Eso es algo que está probado y creo que no va a tardar en llegar el primero", explica Azkorra.
Quitando la explosión del año pasado, lo cierto es que la nómada trayectoria de Azkorra tampoco ha estado marcada por cifras increíbles. Debutó en Primera División y en la UEFA de la mano del Athletic después de haber conseguido 29 goles en 68 partidos con el filial, a los que había que añadir otras 16 dianas en 34 compromisos con el Baskonia, lo que también le llevó a ser internacional con la selección sub'19. Posteriormente, llegó su andadura por Segunda División B, primero como cedido en Recreativo de Huelva (2005) y Numancia (2005-06), y luego ya liberado de su vínculo con el Athletic en Albacete (2006-08) y Salamanca (2008-10).
Precisamente con el cuadro onubense, al que llegó cedido en el mercado invernal, se estrenó como goleador en Segunda y fue a hacerlo en Mendizorroza en un partido en el que el Alavés sucumbió 0-2 ante un Recreativo en el que Azkorra fue protagonista al conseguir el segundo tanto en el tramo final.
"¡Claro que me acuerdo! Le marqué al Alavés, concretamente a Bonano, con el Recre. Fue un partido que se jugó a las doce de la mañana, de esos que da Canal Plus y marqué el segundo gol. Ahora me toca conseguir uno con la camiseta del Alavés porque tiene que ser espectacular marcar en Mendizorroza".
Al final de esa temporada consiguió tres dianas; al año siguiente en el Numancia logró uno; marcando cinco goles en sus dos campañas en Albacete y otros tres en sus dos años en Salamanca. En todos ellos le faltó la continuidad que un jugador necesita para rendir. Decidió entonces bajar un peldaño y buscar acomodo en un Lugo al que le faltaba un goleador para rubricar su excelso fútbol: "En Segunda, por unas cosas y otras, nunca he estado acertado, pero en Segunda B siempre he marcado muchos goles, más de cuarenta en cuatro temporadas".
Encontró Quique Setién en Azkorra justo lo que estaba buscando. En la campaña precedente, la 2009-10, el cuadro lucense ya había demostrado su gusto por manejar el balón, por hacer un fútbol muy ofensivo, pero se topó con su escasa efectividad de cara a la portería rival como gran obstáculo para no firmar un curso brillante. Ese problema lo solucionó rápidamente el delantero bilbaíno, que encontró en el Anxo Carro los complementos perfectos para renacer como goleador.
"Buscaba continuidad y divertirme jugando a fútbol. Salió el tema del Lugo y todo salió muy bien. Le estoy muy agradecido a ese club porque allí recuperé la ilusión por jugar al fútbol. Encontramos un once que jugaba de memoria, no entendíamos tanto dentro como fuera del campo y era una gozada jugar cada domingo", rememora.
En el verano el nombre de Azkorra se convirtió en uno de los más deseados por los equipos punteros de Segunda B y, aunque también manejó ofertas de la categoría de plata, el Alavés fue el que se acabó llevando el gato al agua asegurándose su contratación por dos temporadas: "Las cosas cambian mucho de un verano para otro, pero es normal. Cuando suenas y metes goles, todo el mundo pregunta por ti. Cuando no tienes ofertas es duro, pero cuando tienes muchas y tan buenas también se hace difícil, pero mucho mejor así. Yo tenía muy claro desde el principio que quería venir al Alavés y rechacé otras propuestas que económica o temporalmente eran muy interesantes".
tardía puesta a punto Lo cierto es que en esta nueva andadura la suerte no le ha acompañado. Como jugador de talla y peso que es, a lo que hay que añadir que el equipo comenzó a entrenar más tarde de lo previsto, el arranque de la temporada le cogió algo corto de forma, lo que unido a la lesión en el sóleo que sufrió ante la Arandina apenas le ha permitido brillar en el primer tramo de la temporada. Además, en muchas ocasiones se ha encontrado demasiado solo en la punta de ataque al apostar Luis de la Fuente casi siempre por un solo delantero, situación que ha variado con la llegada de José Carlos Granero al banquillo y su apuesta fija en el once por dos puntas.
"Este verano se me ha juntado todo y más y, para rematarlo, llegó la lesión. Una vez recuperado, creo que ya estoy acercándome a un buen momento de forma. Estoy con ganas de demostrar lo que se espera de mí, que sé que es mucho. Del tema de uno o dos delanteros también se ha hablado mucho, pero lo cierto es que el año pasado en Lugo yo jugaba solo en punta y el rendimiento fue bueno. Al final depende del estilo de juego y de los que llegan desde atrás. De sentirse arropado. Por ejemplo, con Geni o con Jito me compenetro muy bien, pero en el fútbol atacar y defender es cuestión de todo el equipo. Más que del sistema, casi todo depende de que la gente esté bien colocada y, en este sentido, creo que en el último partido estuvimos bastante mejor", asegura el punta bilbaíno.
Pese a ello, no han sido oportunidades las que le han faltado en estos primeros compromisos, ya que en casi todos los partidos ha disfrutado al menos de una ocasión. Sin ir más lejos, el pasado domingo ante el Palencia estrelló un cabezazo en el larguero. Es cuestión de afinar la puntería para poder acercarse a los fenomenales números que firmó la pasada campaña en Lugo, cuando a estas alturas de curso ya había conseguido cinco dianas.