Vitoria. El largo culebrón de la salvación del Deportivo Alavés llegará por fin a buen término en las próximas horas y todas las piezas terminan encajando. El grupo inversor que encabeza Josean Querejeta, la Diputación de Álava y las formaciones políticas jeltzale, socialista y popular hallaron ayer la cuadratura del círculo para cerrar la operación -de la que Caja Vital está también al tanto- que desbrozará definitivamente el camino, según informaron a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA fuentes directas de dicha negociación.
Aún quedan algunos flecos por cerrar, aunque el presidente del PP alavés, Alfonso Alonso, y el alcalde vitoriano, Javier Maroto, anunciarán previsiblemente hoy mismo que se suman al acuerdo a varias bandas, cerrando de esta manera el círculo político e institucional que garantizará el anunciado desembarco del presidente del Baskonia en el Deportivo Alavés y la salvación del club albiazul con una fuerte inyección de capital y el decisivo acompañamiento institucional.
El factor que ha desatascado al final el embrollo jurídico-financiero en el que estaba empantanado el futuro del Alavés ha sido la partición en dos partes o fases del crédito de dos millones de euros solicitados a la Caja Vital por los nuevos propietarios del club. De tal manera que solicitarán solo uno y el otro quedará aplazado hasta que la Hacienda foral pueda armar la fórmula normativa y tributaria que permita luego desbrozar el camino al resto de la inyección de capital. Y a ello se ha sumado el visto bueno de la dirección del PP.
Las aspiraciones de Josean Querejeta tropezaron la primera semana de este mes de junio con la controvertida negativa de Caja Vital a conceder el crédito de dos millones de euros que solicitaba el grupo inversor y la entidad de Carlos Zapatero alegó, desde un frío punto de vista técnico-financiero, que la petición venía avalada únicamente por la mitad de esta cantidad. El presidente baskonista se levantó de la mesa negociadora y, a pesar de que anunció que daba un paso atrás definitivo, en realidad no fue su último movimiento, pues en las siguientes semanas se intensificaron los contactos entre todas las partes en busca de una fórmula que desbloqueara la situación.
El recién nombrado alcalde de Vitoria, Javier Maroto, se apresuró al día siguiente a ofrecer, por medio de la sociedad municipal Gilsa, un aval por la diferencia entre el millón que cubría el grupo de Querejeta y los 1,8 millones de garantía que exigía la Caja Vital. Sin embargo, la fórmula Maroto ofrecía muchas dudas jurídicas, además de la oposición del resto de las partes implicadas, y de hecho el acuerdo que desbloquea el futuro del Deportivo Alavés no pasará por ahí.
En las últimas horas ha habido tres movimientos que finalmente han hecho posible la arquitectura jurídica e institucional que permitirá al Glorioso abordar con garantías su capitalización y un plan empresarial de viabilidad para salir a flote: la aceptación de Querejeta de solicitar únicamente un millón de los dos requeridos -avalado por el grupo inversor que tiene detrás-, el impulso de la Diputación para iniciar el cambio de la normativa foral que le permitirá -por medio de una sociedad pública- alquilar los terrenos de Izarra y, finalmente, la decisión del PP de sumarse al consenso para blindar esta fórmula de los vaivenes políticos.
Paso a paso
La cronología que, por tanto, dibuja este compromiso a varias bandas pasa primero por la capitalización del Deportivo Alavés con un montante de dos millones de euros -condición sine qua non que ha venido exigiendo la Diputación desde el primer momento para cualquier operación-; segundo, la concesión de un crédito de un millón de euros con su correspondiente aval -tal y como exigía con tanto celo la Vital-; en tercer lugar, el cambio de la normativa foral en las Juntas Generales de Álava -avalado por el apoyo mayoritario de PP, PNV y PSE- que permita el alquiler de los terrenos de Izarra y, finalmente, los nuevos dueños del Alavés pedirán el otro millón de euros, cuyo pago irá endosado -un tecnicismo financiero- a los pagos de la Diputación por el arrendamiento de la finca albiazul.
Por su parte, el portavoz del grupo municipal de Bildu en el Ayuntamiento gasteiztarra, Kike Fernández de Pinedo, opinó ayer que "las cosas no se están haciendo bien" con el aval del Alavés. El concejal, que realizó estas declaraciones antes de conocer el acuerdo que avanza hoy DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, lamentó la "falta de transparencia" que ha acompañado la decisión del gabinete Maroto y pidió que se aclare esta situación ya que "se está jugando con los sentimientos de la gente".