Vitoria, 27 ago (EFE).- El Alavés inicia mañana ante el Caudal una nueva temporada, en la que el ascenso a Segunda A es su único y gran objetivo.

Por segunda temporada los albiazules deben purgar en el pozo de Segunda B su nefasta gestión en todos los sentidos, del que aspiran a salir a la mayor brevedad.

Todavía está reciente el regusto amargo de la pasada campaña, en la que ni siquiera fueron capaces de clasificarse para disputar la fase de ascenso y, después de 37 partidos, con 17.000 seguidores en Mendizorrotza, todas las miserias de aquel proyecto quedaron en evidencia ante el Pontevera.

Para intentar solventar los errores se ha vuelto a hacer borrón y cuenta nueva con la incorporación de trece jugadores y un nuevo cuerpo técnico, que parten con la idea de clasificar al equipo para el play off de ascenso y a ser posible hacerlo con la ventaja que otorga el liderato del grupo.

No va a ser tarea fácil acceder desde ese puesto con la competencia de equipos como el Eibar, Real Unión, Oviedo o Logroñés, al margen de las revelaciones que se sumen a lo largo de cada jornada.

El nuevo Alavés llega después de una dubitativa temporada con más sombras que luces y después del primer batacazo serio de no haber superado la primera ronda de la Copa del Rey tras caer ante el Logroñés en su feudo.

Al margen de las urgencias deportivas, el plano institucional y económico comenzará a tener cada vez mayor peso cuando se acerque el mes de octubre y tenga que abonar cerca de un millón de euros correspondientes al convenio de acreedores. EFE