vitoria. De la suplencia a la gloria. Dos ex albiazules -Gabri, con el Girona; y Jacobo con el Guadalajara de Segunda B- reivindicaron un hueco en el once inicial de sus respectivos equipos con goles. Ambos estrenaron su cuenta anotadora en la Liga en este curso. Los dos celebraron sus dianas en el tiempo extra que los árbitros marcaron para sus duelos.
El catalán Gabri dejó su tarjeta en su reaparición en el terreno de juego tras más de un mes de ausencia. El mediapunta, inédito en las rotaciones desde el pasado 18 de octubre -actuó apenas seis minutos ante el Numancia-, llegaba con hambre. Lejos de firmar un inicio de campaña espectacular como el pasado año con el Girona, en este curso su presencia en el equipo catalán era más esporádica. La ausencia de Chechu -ausente por el reciente fallecimiento de su esposa- le volvía a conceder una oportunidad. Y el ex albiazul no la desaprovechó. Salió desde el banquillo, se esmeró en la presión al contrario y, casi sobre el pitido final (minuto 91), envió el balón al fondo de las redes para colocar el 4-0 ante el Cádiz.
La sonrisa se instauró en la cara del ex albiazul. Y es que Gabri fue uno de los que propició la revolución gerundensa. Su salida a la cancha, como sucedía cuando vestía la elástica del Alavés, espoleó los ánimos. Aceleró el ritmo, contagió a sus compañeros y se unió a tiempo al festival goleador de un Girona que le endosó tres tantos en 12 minutos a un Cádiz desarbolado. Pero, además, mandó su particular recado. Gabri quiere más minutos para volver a demostrar que tiene un hueco en la categoría de plata.
Sin embargo, el catalán no es el único que se ha reivindicado en este fin de semana. Jacobo Ynclán, centrocampista con un paso efímero por el Alavés -falló un penalti crucial ante el Celta en la etapa en el banquillo de Manix Mandiola, cayó en el ostracismo y acabó a media temporada por rescindir su etapa en el equipo vitoriano- inicia su despegue en el Guadalajara, equipo del grupo II de Segunda División B.
Su presencia en el equipo manchego en los últimos tiempos ha aumentado. Inédito en el inicio liguero, rol de sustituto para perder tiempo en el segundo mes de Liga y, ahora, se gana la condición de revulsivo, Jacobo lanza su propio mensaje para solicitar la titularidad en uno de los gallitos de la categoría. Ante el Cerro de Reyes (1-3), el madrileño se quitó los fantasmas. Provocó en el último minuto un penalti tras driblar a varios defensas. Y como en Mendizorroza no se escondió. Agarró el esférico, acomodó la pelota en el punto de cal y asumió la responsabilidad.
Marcó, dejó a su equipo más líder y, sobre todo, estrenó su cuenta goleadora para dejar claro que puede disponer de un sitio en el once inicial de un Guadalajara construido para pelear por el ascenso.