La capital alavesa es reconocida por su anillo verde y las múltiples zonas de naturaleza dentro del espacio urbano. Es un sello de identidad que los vitorianos y vitorianas tienen muy presente y que disfrutan todos los días. La gran importancia de estos espacios es la que ha impulsado movimientos en la comunidad educativa de Gasteiz, para convertir los patios escolares en lugares más inclusivos, coeducativos, sostenibles y naturalizados. Crear más zonas verdes que sean espacios de encuentro para la comunidad educativa, y que permitan extender y ampliar las zonas de aprendizaje.
Implicación
La propuesta ha trascendido más allá del papel cuando el Ayuntamiento decidió iniciar un proyecto de naturalización de los patios escolares como elementos del sistema verde de la ciudad. La versión piloto se dio en el curso 2020-2021 y se planteó abordarlo desde una perspectiva transversal y en colaboración con varios departamentos y servicios municipales que están liderados por un grupo interdepartamental con participación de personal directivo y técnico del Departamento de Cultura y Educación, del CEA y del Departamento de Modernización de la Administración.
La concejala de Cultura y Educación, Sonia Díaz Corcuera, describe de esta manera el proyecto: “La naturalización de patios es una iniciativa que está transformando la manera en que niñas y niños viven y disfrutan los espacios escolares. Estos patios naturalizados fomentan el juego libre, la convivencia, la igualdad y el contacto con la naturaleza, convirtiéndose en auténticos entornos de aprendizaje y bienestar porque creemos firmemente que una educación de calidad también se construye fuera del aula, en esos espacios cotidianos donde se aprende jugando y conviviendo”.
Naturaleza en los patios
La naturalización consiste en introducir la naturaleza en un espacio, es decir, a partir de la recuperación del suelo fértil se reintroduce la vegetación y la fauna, esto ayuda a los procesos naturales. Este proyecto pretende crear más biodiversidad en los patios escolares y permitir una mejor adaptación a los efectos del cambio climático, también será un recurso más para la práctica educativa.
Gracias a esta iniciativa una gran parte de la superficie que ocupan los patios, unos 675.000 m2 aproximadamente, será una zona verde. Todo ello con la finalidad de lograr varios objetivos: transformar los patios escolares a través de Soluciones Basadas en la Naturaleza para su adaptación al cambio climático; crear espacios más inclusivos y de oportunidad para realizar proyectos educativos; mejorar la cohesión social mediante iniciativas de acción comunitaria y social que fomenten la participación ciudadana.
¿Qué cambia?
En este sentido, el proyecto enmarca una serie de intervenciones a realizar para lograr esos objetivos. El primero es transformar las superficies, para ello, sustituyen el pavimento impermeable por uno drenante o ajardinado. También, modifican la topografía generando volúmenes con tierra y en esta siembran diferentes plantas, arbustos o árboles que se adapten al entorno.
Asimismo, sitúan diferentes contenedores vegetales y modifican el riego y el sistema de recogida de agua. Además, instalan pequeños elementos que potencien nichos ecológicos y favorezcan al ecosistema, por ejemplo, estanques, cajas nido u hoteles de insectos.
Tampoco se olvidan de los niños y de la importancia de ese espacio que es suyo, al realizar todos los cambios combinan los juegos infantiles y pistas deportivas con el nuevo esquema.
Trayectoria
Asimismo, el proyecto lleva en marcha varios años y ya hay muchos centros que cuentan con un patio más verde y natural. La Escuela infantil Municipal Zaramaga, el colegio Judimendi y Divino Maestro se encuentran en estos momentos en fase de consolidación del proyecto. Los tres centros iniciaron la obra en agosto de 2022 con un presupuesto que rondaba los 50.000 euros respectivamente.
Como parte del proceso también se realizan diferentes propuestas para el acompañamiento educativo. La naturalización de los patios no solo tiene como objetivo crear un entorno más verde, también que sea parte complementaria de la educación. Para ello, hay sesiones prácticas con el alumnado, así como con el profesorado para integrar la materia lectiva en el espacio naturalizado, y también con las familias.
En esta fase se encuentran los centros Santa María, Landazuri Ikastola, San Ignacio, Haurreskola Gurutzmendi, Pedro Ignacio Barrutia Ikastola, Padre Orbiso y Luis Elejalde.
Diseño y desarrollo
Además, poco a poco más colegios reciben está pequeña transformación en sus patios. Arantzabela Ikastola y el centro de infantil y primaria Sansomendi se encuentran en la fase de desarrollo y en ambos centros las obras comenzaron en verano de 2024. Y para la fase de 2025 se ha seleccionado el colegio Luis Dorao y el de Zabalgana. Los dos pasaron por el proceso de diseño de la naturalización y comenzaron con las obras en verano de este año.
El proyecto tiene la mirada puesta en el futuro para lograr llevar más espacios verdes a los centros. Todo ello, con ayuda y subvenciones del Gobierno Vasco. En las obras de 2022 la ayuda ascendió a un total de 90.291,60 y en 2023, con la participación de más centros, 311.475,50 euros. En 2024, a la espera de conocer la cantidad total de la ayuda, la previsión del gasto ronda los 150.000.
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