La meteorología, siempre caprichosa, se ha empeñado este año en dar la espalda a un sector bastante necesitado de buenas noticias como el primario.

Las altísimas temperaturas registradas en varias fases de este 2025, pero especialmente el pasado mes de junio, unidas a las fuertes granizadas que también han impactado sobre el campo alavés, han provocado una merma importante en la cosecha del que sigue siendo su principal activo, el cereal. 

Un 20-25% menos

Según las primeras estimaciones de la cooperativa Garlan, que aglutina alrededor del 80% de la superficie sembrada en la provincia, la caída de la producción se ha situado esta campaña en torno al 20 o el 25% respecto a hace un año, en el que se dio una cosecha aceptable pero todavía por debajo de la media histórica para algunos cultivos.

Los rigores meteorológicos no solo han hecho que la producción caiga, sino que la calidad del grano también empeore.  

A falta de datos más exactos, el campo alavés ha producido en total alrededor de 200.000 toneladas de cereal en esta cosecha, la mitad de ellas de trigo, que pese a haber reducido de forma notable con el paso de los años la superficie cultivada en Álava sigue siendo el producto líder en hectáreas. Además, se han cosechado cerca de 75.000 hectáreas de cebada y el resto, alrededor de 25.000, de avena. 

Pese a que las previsiones para esta campaña eran muy positivas entre los agricultores allá por el mes de mayo, las sofocantes temperaturas de la segunda quincena de junio resultaron decisivas a la hora de entender el pinchazo final de la cosecha. 

Finca de cereales. Josu Chavarri Erralde

El cereal se secó de forma prematura debido a esos intensos calores y la piedra, como la caída los días 30 de mayo y 11 de julio, hicieron el resto.

Nerea Mujika, de Garlan, corroboró ayer en declaraciones a Euskal Telebista que la estimación de la cooperativa es de esa caída de “entre un 20 y un 25%” en la recolección del cereal, aunque esta reducción “ha sido un poquito menor” en algunas zonas del territorio, de entre un 10 y un 15%. Un mal menor, en cualquier caso.  

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En imágenes: las tormentas se suceden en Álava

El escenario para buena parte de los agricultores del territorio se complica aún más porque la cosecha, a diferencia de Álava, sí que ha sido muy buena en amplias zonas del Estado, por ejemplo en la vecina ribera navarra. Una circunstancia que les hará también difícil competir en precios. 

Ander Berganza, agricultor de cereal de la zona de Berantevilla, no se ha librado de la “merma general” que la cosecha ha experimentado en el campo alavés. “Se pensaba coger más de lo que se ha cogido”, apunta en declaraciones a NOTICIAS DE ÁLAVA, en buena parte debido a las altísimas temperaturas de este estío. 

“Venía un año muy bueno”

“Venía un año muy bueno, pero los calores que hubo nos afectaron”, reconoce este joven, que también ha tenido la indeseada visita del granizo: “Algo también nos pilló”. Asentado en la pequeña localidad de Mijancas, Berganza cultiva los dos cereales de referencia del campo alavés, el trigo y la cebada, así como colza y girasol.

Lamentablemente, a diferencia de una campaña cerealista pasada que en líneas generales fue bastante aceptable en Álava, Berganza tuvo también en 2024 una cosecha muy complicada debido a la presencia de una virosis que afectó “bastante” a sus cultivos. Por ello, le resulta todavía muy complicado calcular a cuánto ha podido ascender la merma en su producción este ejercicio, en caso de haberla sufrido.