Rioja Alavesa mira tanto al termómetro como al cielo con intranquilidad por el impacto que las temperaturas y unas eventuales precipitaciones pueden tener sobre los viñedos a estas alturas del año.
Se avecinan unas jornadas clave para la comarca, que tiene la vendimia a la vuelta de la esquina, aunque sobre la mesa del sector vitivinícola ya se encuentra la posibilidad más que real de que la cosecha se adelante unos días respecto al pasado ejercicio si el intenso calor persiste, algo más que probable si se atiende a las previsiones, pues está acelerando la maduración de la uva.
Las lluvias, en caso de producirse y ser de cierta intensidad, también anticiparían la recogida del fruto, dado que el mildiu está causando graves problemas en la vid esta campaña y la combinación de precipitaciones abundantes con altas temperaturas seguirían ayudando a la propagación del hongo. Un caso aparte, el colmo de lo indeseado en pleno verano para la uva, sería la reaparición del granizo.
“Probablemente la vendimia se adelantará, pero ahora vienen dos semanas cruciales”, subrayan a este periódico fuentes del sindicato agroganadero UAGA, quienes remarcan que el escenario es estos días “cambiante”, incluso semana a semana.
Al margen del comportamiento que tenga la meteorología, el sector está también pendiente de una próxima reunión del Consejo Regulador de la DOCa Rioja, prevista para la semana que viene, en la que se tratará todo lo relacionado con el arranque de la cosecha. Comience la recogida del fruto antes o después, UAGA está “preparada” para empezar con ella incluso a principios de mes.
Además de mirar al termómetro y al cielo, la comarca está pendiente de una próxima reunión del Consejo Regulador
Cabe recordar que el año pasado la vendimia se inició en Rioja Alavesa alrededor del 15 de septiembre, pero este 2025 podría adelantarse al 8 o incluso unos días más. Desde luego, el asfixiante calor que está azotando la comarca casi desde comienzos de este agosto es a día de hoy el motivo “fundamental” para pensar que la cosecha puede anticiparse unos días, pues un excesivo calentamiento de las uvas se traduce en una mayor acumulación de azúcar y, a la postre, en vinos con una mayor graduación alcohólica. Los mismos medios apuntan también a la posibilidad de que haya “una vendimia selectiva” en caso de que se produzcan esas precipitaciones, pues el mildiu no está afectando por igual a todas las explotaciones aunque su presencia sea bastante generalizada.
En solo cuatro días
Históricamente, la vendimia solía empezar en Rioja Alavesa en la segunda mitad de septiembre o incluso a comienzos de octubre, aunque las fechas exactas podían cambiar en función de la zona y de las condiciones meteorológicas de cada ejercicio. Sin embargo, en los últimos años ha sido cada vez más común que el inicio de la cosecha se adelante varias semanas como derivada principal del cambio climático.
La vendimia arrancó el año pasado en Rioja Alavesa a mediados de septiembre y este podría anticiparse una semana o incluso más
La cooperativa Viñedos de Aldeanueva de Ebro, la más grande del Rioja –con 3.000 hectáreas– y tradicionalmente la más madrugadora dentro de la DOCa, comenzará finalmente la vendimia este próximo lunes 18 tras una asamblea de socios en la que estuvo sobre la mesa adelantar esa fecha incluso a la jornada de ayer, día 13, porque las altísimas temperaturas de estas últimas jornadas “han acelerado mucho” la maduración alcohólica de la uva.
La jornada de arranque de la cosecha será a la postre en Aldeanueva de Ebro muy similar a la del año anterior, datada el 21 de agosto, con la variedad tempranillo blanco como protagonista. Supondrá el pistoletazo de salida para toda la DOCa Rioja.
Según ha anunciado esta semana el gerente de la cooperativa, Abel Torres, en declaraciones a la agencia Europa Press, la semana del 25 pasarán a otras variedades como el verdejo y la viura y “probablemente hasta con algún kilo de uva tinta”.
A la espera de lo que suceda en Rioja Alavesa, la vendimia de este año va a estar marcada en Aldeanueva por la desigualdad en cuanto a producción, porque hay parcelas “que tienen muy poca uva y otras que están más equilibradas”. Torres ha estimado que la producción global será en su cooperativa entre un 15 y un 20% más baja que en el pasado ejercicio, aunque el estado sanitario de la uva es, eso sí, “espectacular”.