La victoria del Panathinaikos en el Buesa Arena, donde el Baskonia estuvo a punto de forzar la prórroga, dejó dos grandes protagonistas en el conjunto heleno: Kendrick Nunn y Cedi Osman. El primero, precisamente, fue el encargado de dar la estocada a los de Pablo Galbiati con un canastón sobre la bocina. Un desenlace que permitió al de Illinois alcanzar los 30 puntos al ritmo de “MVP, MVP” de su afición.

Mientras Nunn lideraba al PAO, la hinchada baskonista tuvo que ver cómo quien debería ser su estrella, capaz de echarse al equipo a la espalda y responder a la enorme anotación de los dos jugadores citados, se chocaba una y otra vez contra la misma pared. Y el problema, en realidad, no es que Markus Howard no estuviera bien este jueves en casa, sino que lleva sin mostrar su mejor versión un año entero.

Ante los griegos, aun jugando 20 minutos, Howard se quedó a cero. No tuvo acierto en los triples (0/4), colaborando directamente en el drama que está siendo el tiro exterior del Baskonia en lo que va de campaña, y tampoco se atrevió a penetrar con el balón. Solo aportó en defensa, con tres recuperaciones que ayudaron en la heroica e infructuosa remontada, no siendo nunca este uno de sus puntos fuertes.

Ahora bien, más allá del desacierto en las distintas facetas, lo que puede preocupar a la afición baskonista es su falta de confianza. Y no solo la propia. Cada vez se ve más que sus compañeros tampoco están demasiado convencidos. No le buscan tanto como lo hacían otros en el pasado, y así se ve con Forrest y Nowell. Aun bien colocado, ambos prefieren jugársela ellos mismos o buscar otras alternativas.

Evidentemente, que Howard esté tan lejos de lo que se espera de él afecta sobremanera al Baskonia. El jueves mismo, con un poco más de rendimiento por su parte, se hubiera podido vencer al Panathinaikos y calmar las aguas. En el escenario actual, sin embargo, cada acción suya se va a mirar con lupa. No hay que olvidar la apuesta económica tan importante que hizo el club azulgrana por él al renovarlo.

TALENTO INNATO

Lo positivo es que el talento no desaparece así como así. Confiar y trabajar para recuperar al mejor Howard es hoy una de las grandes prioridades del Baskonia. No hay otra. Ahora que el equipo empieza a defender mejor, necesita un jugador que lidere en ataque en los momentos difíciles, encumbrando la más que decente anotación de otros como Diallo, Forrest, Luwawu-Cabarrot, Nowell o Tadas.

Howard ayuda a Osman a levantarse. AFP7 vía Europa Press

Galbiati lo sabe, y por eso le da minutos. 20 no son pocos para un jugador que hace el partido que hace el jueves. Más todavía considerando que el técnico italiano no dudó en dejar en el banco a Clement Frisch y Luka Samanic. El primero no jugó y el segundo apenas lo hizo, ambos castigados por su nula aportación en labores defensivas. Habrá que ver si eso cambia este domingo, contra el Real Madrid.

Ante los blancos, el Baskonia necesita una reacción, si bien no es el rival ideal para ello ni mucho menos. Los de Sergio Scariolo van 2-1 en la Euroliga, por el 0-3 azulgrana, y no fallaron en el estreno en la Liga ACB contra el Gran Canaria. Eso sí, si de algo siempre ha sido capaz el club gasteiztarra, es de levantarse de la lona cuando menos se espera que lo haga. Un 0-5 entre las dos competiciones sería muy duro.