Piénsalo un momento. Hace unos años, para presentar la declaración de la renta, tenías que pedir cita, acercarte a una oficina, esperar tu turno y entregar papeles en mano. Hoy, puedes hacer esta gestión y otras muchas desde el sofá de tu casa, con unos pocos clics. Lo mismo ocurre si necesitas consultar una ayuda, acceder a una notificación fiscal o incluso revisar el catastro de tu pueblo. Todo eso, y mucho más, funciona gracias al Centro de Cálculo de Álava (CCASA), la sociedad pública foral que sostiene la infraestructura digital de la Diputación y de muchos ayuntamientos alaveses. Es el cerebro digital del territorio

Los comienzos

Fundado en 1969 con apenas seis personas y un único ordenador, el CCASA surgió para dar servicio a la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria. Pero a medida que la informática se extendió en la administración, su papel fue ganando peso. En los años 80 fue clave en la digitalización del primer Gobierno Vasco. Sus ordenadores almacenaban ya datos de los 300.000 habitantes de Álava, cerca de 70.000 declaraciones de renta y 175.000 documentos históricos y culturales, y eran capaces de conectarse con redes internacionales para realizar consultas. A finales de los años noventa, pasó a depender exclusivamente de la Diputación Foral de Álava, para satisfacer las necesidades de esta institución y la de los distintos organismos y entidades locales del territorio.

Hoy en día, más de un centenar de profesionales trabaja desde Vitoria-Gasteiz para que toda la maquinaria digital de la administración foral funcione como debe. 

Una red invisible que te permite hacer casi cualquier gestión

Gestionan más de 400 servidores, desarrollan y mantienen las aplicaciones que usan los distintos departamentos y garantizan que más de 3.000 cuentas institucionales de correo funcionen sin interrupciones. También son responsables de plataformas como GeoAraba, que ofrece mapas interactivos del territorio con información sobre carreteras, patrimonio o servicios públicos.

Aunque su trabajo puede parecer invisible y hasta aburrido, es enormemente complejo. Cada sistema debe estar disponible las 24 horas, preparado para enfrentarse a cualquier fallo o ataque externo. Detrás de cada trámite digital hay un entramado técnico que permite que tus datos personales y fiscales estén protegidos y que los procesos funcionen incluso si ocurre una incidencia. 

Pero el CCASA también ayuda a que los ayuntamientos, sobre todo los más pequeños, puedan acceder a sistemas más modernos para gestionar sus servicios. Porque vivir en un entorno rural no debería ser un obstáculo para tener acceso a trámites digitales o acceder a información actualizada.

¿Y eso cómo te beneficia?, te preguntarás. Pues en que ahora puedes resolver trámites sin colas, sin desplazamientos, sin fotocopias y sin perder horas yendo de ventanilla en ventanilla para que te sellen un papel. Lo que antes implicaba papeleo, citas y esperas, hoy se resuelve desde casa, a cualquier hora y con total garantía.

Sede del Centro de Cálculo de Álava en Vitoria-Gasteiz Cedida

Anticipándose al futuro

Además de gestionar el día a día, el CCASA trabaja para anticiparse a los retos del futuro. Como parte del Centro de Inteligencia Artificial de Euskadi (BAIC), el CCASA está desarrollando nuevas herramientas basadas en inteligencia artificial que permitirán, por ejemplo, automatizar consultas fiscales o verificar datos de forma más rápida y segura

También lideran la digitalización del archivo foral, para que la información histórica del territorio esté más accesible. Y lo hacen bajo estrictos criterios de seguridad; ajustándose al Esquema Nacional de Seguridad, que garantiza la protección de tus datos personales y refuerza la confianza en los servicios públicos digitales

Hoy no basta con que un trámite funcione; debe hacerlo de forma fiable y segura. Esa es también su responsabilidad: que la tecnología no solo acerque la administración, sino que la haga más robusta, transparente y preparada para lo que venga.

El trabajo del Centro de Cálculo de Álava no suele salir en las noticias ni tiene visibilidad pública, pero sin él, muchas de las gestiones que hoy das por sentadas serían más lentas, más complicadas o incluso imposibles. Así que la próxima vez que hagas un trámite online y todo vaya fluido, piensa que, detrás, hay un equipo de profesionales que, desde hace más de medio siglo, se encarga de que la parte invisible de la administración esté siempre a punto.