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Salcedo acoge la jornada abierta del proyecto Gariaraba

Se trata de un enclave singular en el que se cultiva alguna variedad antigua del trigo alavés

Salcedo acoge la jornada abierta del proyecto GariarabaBioAraba

Con el objetivo de dar a conocer el trabajo realizado, AGROEKOOP y NEIKER organizan una jornada abierta el próximo 8 de julio en la localidad alavesa de Salcedo, uno de los lugares donde actualmente se cultivan algunas de estas variedades antiguas. Al igual que en la edición anterior, el evento pretende acercar el proyecto a la ciudadanía y a otros agentes interesados.

Durante la jornada se realizará una presentación del proyecto, una visita a las parcelas de reproducción, un recorrido por un molino de piedra y un conversatorio con panaderos, agricultoras, investigadoras y consumidores, entre otros. Será un espacio para intercambiar saberes, experiencias y reflexionar colectivamente sobre el papel que los trigos tradicionales pueden tener en el futuro de la agricultura alavesa.

El colectivo AGROEKOOP promueve desde Álava la agroecología y la conservación del patrimonio genético agrícola, entendido no solo como una riqueza cultural, sino también como una oportunidad económica. La iniciativa busca ofrecer cultivos alternativos a las variedades comerciales, más adaptados al medio local y con potencial tanto para la producción como para el consumo. El objetivo último es reforzar la soberanía alimentaria del territorio.

Jornada abierta de Gariaraba

El trigo, por su peso histórico y cultural en Araba, se sitúa en el centro de este proyecto. “Gariaraba” persigue identificar, conservar, reproducir y cultivar las variedades tradicionales alavesas para devolverlas a la cadena de valor agroalimentaria. Las variedades locales –también llamadas tradicionales, autóctonas o etnovariedades– son el resultado de miles de años de selección realizada por familias agricultoras.

Semillas del Territorio

Estas semillas, adaptadas al clima, biodiversidad y suelo del entorno, se caracterizan por una gran riqueza genética, lo que las hace especialmente resilientes frente a plagas, enfermedades o condiciones climáticas adversas. A ello se suma su alto valor nutricional y cultural, ya que están asociadas a técnicas de cultivo, cosecha y transformación tradicionales, además de contar con cualidades organolépticas que las diferencian claramente de las variedades comerciales.

Sin embargo, su desaparición es una realidad alarmante. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), desde el siglo XX se ha perdido el 75% de la biodiversidad agrícola. Esta pérdida se debe, en gran parte, al auge de los monocultivos y al uso de variedades de alto rendimiento, altamente dependientes de fertilizantes y plaguicidas.