El Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Álava mantienen "varias vías abiertas" para que la factoría de Guardian Glass en Laudio, que el pasado 21 de enero anunció el cese de su actividad industrial, pueda continuar en marcha y mantener sus 171 puestos de trabajo.

Ambas instituciones mantienen contactos con distintos "inversores locales" interesados en hacerse con el control de la planta, lo cual garantizaría su "arraigo" en la comarca.

El diputado general, Ramiro González, ha detallado este lunes en las Juntas Generales que las conversaciones con uno de estos grupos "industriales" se remontan incluso a antes del anunciado cierre de Guardian, pues ya era sabido que la vida útil del horno de la empresa en principio terminaba en el año 2028.

Y que tras saltar la noticia han sido "varios más" los posibles inversores que han mostrado su disposición a hacerse con la empresa.

Socios "industriales, no fondos especulativos" y que han mostrado "un interés real" por la planta, según ha garantizado el líder foral, acompañado por la titular de Desarrollo Económico y Sostenibilidad, Saray Zárate.

El diputado general, Ramiro González, durante su comparecencia de este lunes en las Juntas Generales.

Enfriamiento planificado

De forma paralela a estas conversaciones, el enfriamiento planificado y controlado del horno de Guardian, que fue pactado en una reunión celebrada el pasado martes 28 entre las instituciones y la dirección para no hipotecar el futuro de la planta, sigue su curso.

El proceso durará, según González, todavía unos días más, y hará posible mantener la actividad actividad industrial en la factoría "con una inversión razonable".

Aunque el líder foral ha asegurado que el interés de las instituciones es que la transición al mando de Guardian se complete "lo más rápido posible", ha reconocido que se trata de "procesos complejos" que no acostumbran a resolverse "de la noche a la mañana".

González ha apelado a la "discreción" y la "colaboración" entre todos los agentes implicados.

Sin caer en la desesperanza

El diputado general ha concluido su comparecencia, que había sido solicitada por el Partido Popular, con un mensaje optimista, pues a su juicio la comarca de Ayala "tiene un gran futuro".

"No hay que caer en la desesperanza", ha subrayado el líder foral, que ha reclamado un “gran acuerdo social" que permita recuperar el atractivo inversor de la cuadrilla.