Se quiera o no, Guardian Glass empieza este miércoles, tal y como tenía previsto, el apagado de su horno en Laudio. Lo va a hacer mientras los trabajadores están llamado a una concentración. Eso sí, por lo menos la reunión del Gobierno Vasco parece que abre cierta puerta a la esperanza.
La firma se ha comprometido a llevar a cabo este proceso sin que esto suponga “hipotecar” un futuro que pasa, sí o sí, por encontrar otro proyecto empresarial para la planta.
En la reunión mantenida entre la empresa y el Gobierno Vasco en la tarde de este miércoles la firma confirmó que hará un “apagado controlado” del horno que no hipoteque su futuro funcionamiento en caso de que lleguen nuevos inversores para esta planta, en la que la multinacional insiste en que no invertirá ni un céntimo más.
Así fue trasladado por el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno Vasco, Mikel Jauregi, quien participó en la reunión con la dirección de la compañía para conocer los detalles de la situación de esta fábrica, que cuenta con una plantilla de 171 trabajadores.
Guardian ha comunicado que mantiene su decisión definitiva de cerrar la planta de manera urgente y de no invertir en su continuidad, por esa avería grave en la pared de carga del horno y porque no ve un plan de viabilidad a futuro.
Los máximos responsables de la empresa Guardian Llodio le han asegurado que harán “un apagado controlado del horno, atendiendo a la propuesta del Gobierno Vasco”, lo que garantizará la integridad y seguridad del mismo, ya que su estado es “crítico” debido a que una parte del refractario de la pared posterior del horno se cayó y la mayoría de los bloques del lado derecho están significativamente agrietados, según detalló en un comunicado ayer mismo Guardian.
Desde Industria se ha asegurado que esta medida "facilitará la integridad del horno y la entrada de posibles nuevos inversores que aporten nueva actividad industrial a esta planta"
Según el consejero de Industria, el enfriamiento se hará de forma controlada, con “las más estrictas medidas de seguridad y protocolos de prevención”, de forma que “no se va a hipotecar el futuro” de esta instalación, lo que “facilitará la entrada de nuevos inversores y proyectos industriales que traigan nueva actividad a esta planta”.
De no haberlo hecho de este modo, el horno, herramienta fundamental para la fabricación de vidrio en esta fábrica, sería “irrecuperable”, explicó Jauregi. Asimismo, añadió que la compañía ha aceptado que sea el Gobierno Vasco quien lidere la interlocución con dichos inversores.
Guardian ha aceptado que sea el Gobierno Vasco quien "lidere la interlocución con de posibles nuevos inversores"
Ante la huelga convocada por el comité de empresa a partir del jueves, el consejero ha pedido que se cumplan los servicios mínimos acordados por la plantilla: “Es imprescindible que los trabajadores de la planta ayuden y colaboren en este proceso de enfriamiento controlado y paulatino. Es la manera de dar una oportunidad a futuras inversiones”.
Un equipo de técnicos de Osalan, Industria y Medio Ambiente verificará el estado real del horno, estudiará el plan de enfriamiento controlado y hará un seguimiento de la operación
Garantías
Así las cosas, el consejero anunció que “para certificar que el proceso se realiza con todas las garantías”, el Gobierno Vasco enviará a un equipo de técnicos con representación de Osalan, Industria y Medio Ambiente para verificar el estado real del horno, estudiar el plan de enfriamiento controlado y hacer un seguimiento de la operación.
En este sentido, LAB ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo y ha pedido a Osalan y a la Delegación de Trabajo que intervengan para detener el apagado del horno. El sindicato ha pedido a estos tres organismos que “actúen con urgencia y se coordinen entre ellos” para paralizar la decisión.
González aboga por la “mayor discreción” en torno a la posibilidad de que un inversor pudiera hacerse cargo del futuro de la planta
En paralelo
Este martes el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha desetimado la petición de suspender cautelarmente el apagado del horno como pedía el sindicato ELA al argumentar que carece de pruebas “para aceptar algo tan decisivo como es la irreversibilidad del apagado del horno”.
El comité de empresa de Guardia Glass y la plataforma popular SOS Aiaraldea se concentrarán este miércoles a partir de las siete de la mañana frente a la portería de la empresa para expresar su rechazo al apagado del horno y al cierre de la compañía.
Será el paso previo al inicio de la huelga, pero también a la manifestación que el viernes por la tarde está convocada en Laudio.
En este contexto, el diputado general de Álava, Ramiro González, abogó el miércoles por la “mayor discreción” en torno a la posibilidad de que un inversor pudiera hacerse cargo del futuro de la planta alavesa.
El máximo mandatario foral ha recordado que es “muy importante mantener la actividad de una empresa histórica” en el territorio.