Se trata de un mítico pintxo que encontramos en la barra de cualquier bar y es la opción de muchos a la hora de elegir acompañante para su vermú. Algo tan simple como la gilda (originalmente compuesta por una aceituna, un filete de anchoa y un guindilla en vinagre) se ha convertido en la protagonista de concursos gastronómicos.
En tiempos de cocina moderna y platos reinventados, lo que se premia es la originalidad en algo tan simple como una gilda.
El pasado 30 de septiembre se celebró en Vitoria la segunda edición del Campeonato de Gildas de Euskadi, gestionada por la Cofradía de la Gilda y el Pintxo y organizada por el Miniature Pintxos Congress. En este concurso se buscaba la innovación y la creatividad de los participantes.
Dos de los tres primeros premios se quedaron en territorio alavés, mientras que el primer premio fue para el restaurante Zirta de Larraul (Gipuzkoa).
Bar Dolar
El segundo premio se quedó en Vitoria, en el bar Dolar de la calle Florida. El chef Juan García, reciente ganador del concurso gastronómico Talentos Martiko, celebrado en el Basque Coulinary Center, celebra también el segundo premio de este concurso.
El pintxo se trata de "Caña de gilda", una gilda de tres ingredientes: aceituna, piparra y anchoa en un un vaso "como si fuese una caña" para comer de un bocado: "La gilda de toda la vida en otro formato", explica el chef.
Este pintxo ya está a disponible en la barra del restaurante vitoriano.
Tercer premio para La Traviesa
El tercer premio del concuros se quedó también en Álava, en el restaurante La Traviesa de Lagrán. Desde la Traviesa describen este pintxo, al que han apodado 'Giltra-viesa', como "una propuesta sencilla pero con mucho sabor". El cocinero creador de este pintxo es Jon Estívariz, chef alavés de 36 años con un largo recorrido pasando por los fogones de estrellas Michelín de la altura de GASTÓN ACURIO y BEATRIZ SOTELO. Siempre respetando el producto de cercanía y de temporada.
Cabe destacar que Estívariz cuenta con un palmarés bastante amplio en campeonatos de pintxos y de cocina a nivel nacional.
Este restaurante de montaña alavesa , aparte de su atractivo como finalista de este concurso, ofrece un menú degustación que incluye platos trabajados y muy reconocibles entre los que se encuentran, por ejemplo, ollas ferroviarias con deliciosos guisos de cuchara, como unas pochas con langostinos. Es el resultado de la cocina a fuego lento que se ve reflejado en unas buenas raciones.