Pablo José Pérez Minnocci falleció este pasado domingo en León a los 72 años de edad. Deja esposa, Ana Elena, y tres hijos (Miguel, Claudia y Victoria). Durante el último año largo peleó contra una enfermedad diagnosticada cuando ya solo era posible paliar sus consecuencias con tratamientos de choque, con los que lidió como pudo, pero sin obviar sus responsabilidades vitales.

Precisamente, al conocer su estado de salud postergó su trabajo para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, en principio, temporalmente, y dadas las circunstancias, de manera definitiva. En este medio publicó mil y una informaciones y reportajes sobre pueblos, bodegas y gentes, inicialmente, de Rioja Alavesa, y con posterioridad, de todo el territorio histórico, al que acabó por conocer como la palma de su mano.

Su familia se despidió ayer de él en la iglesia de Vega de Infanzones, en León, tierra en la que decidió dar sus últimos paseos junto a su pareja, oriunda de aquellos parajes. Fue incinerado en la intimidad de los suyos. Sin embargo, no será la única posibilidad de despedirse de este periodista de currículum fascinante.

De hecho, este sábado, a las 18.00 horas, cabe la posibilidad de acudir a la iglesia de Santa Teresita, en Logroño, ciudad en la que vivió durante los últimos años antes de dar el paso hacia León. Allí tendrá lugar un funeral para poder acompañar a una familia que, entre enterezas y derrumbes, sobrelleva la pérdida de Pablo José.

Habrá un funeral este mismo sábado en la iglesia de Santa Teresita (18.00 horas) en la capital de La Rioja

También habitó en Fuenmayor, provincia de La Rioja, a escasos kilómetros de la capital provincial, donde sentó las bases de su trabajo como corresponsal en Rioja Alavesa, comarca en la que logró conocer y ser conocido. De trato afable y con una capacidad de trabajo envidiable, logró poner su firma en mil artículos en este diario. También trabajó para otros rotativos, como La Rioja y en distintas emisoras de radio.

Ligado a la gente

Su diferencia de edad con quienes han compuesto durante los últimos años la redacción de este periódico no fue óbice para un entendimiento forjado por lazos profesionales y personales. Se consideró uno más y mostró su agradecimiento por dejarle redactar informaciones ligadas a la gente, a los pueblos y a las costumbres de una tierra a la que llegó con una visión y se marchó con otra marcada por el cariño y el respeto.

Ese paso profesional lo dio sin necesidad de quitarse los anillos. Este periodista de largo recorrido estuvo ligado a los gabinetes de la Presidencia de La Rioja e, incluso, a los de La Moncloa en época de Adolfo Suárez como presidente. También ejerció como director de emisoras de radio, entre otros trabajos y dedicaciones. Descanse en paz.