Las calles y plazas de Álava pueden presumir de un rico y variado patrimonio histórico. Sin embargo, el estado de conservación de algunos de sus palacios y otros conjuntos singulares no es, ni de lejos, el más óptimo a día de hoy.
La asociación Hispania Nostra, que trabaja en la defensa y puesta en valor del patrimonio cultural y natural diseminado por los distintos rincones del Estado, tiene ya en su punto de mira siete casos concretos emplazados en este territorio, cinco en Vitoria, uno en el municipio de Lantarón y otro en Laudio.
Todos se encuentran en la particular lista roja del colectivo, una herramienta de participación creada para dar a conocer este tipo de complejos o elementos en riesgo de desaparición, así como sensibilizar a la población y actuar en consecuencia.
Últimas incorporaciones
Tres de ellos se han sumado a este grupo desde este mismo año: se trata del palacio Escoriaza-Esquível y del monumento a la Batalla de Vitoria, incluidos en la lista roja los pasados 12 de julio y 29 de enero –respectivamente–, así como de la iglesia de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, que se ubica en el concejo de Sobrón.
Esta última representante del patrimonio religioso alavés pasó a engrosar el listado el 16 de enero.
Desde 2020
El resto de integrantes del catálogo son, por orden de antigüedad, el caserío Etxebarri de Laudio –en la lista desde el 23 de octubre de 2020–, la casa Alfaro Fournier –22 de junio de 2021–, la estación se servicio Goya –14 de octubre de 2021– y el palacio de Álava-Esquível –19 de abril de 2022–, estos tres últimos edificios todos enclavados en la capital del territorio.
La inclusión en la lista roja del palacio Escoriaza-Esquível hace poco más de un mes supuso un importante toque de atención para su propietario, el Ayuntamiento de Gasteiz, incapaz todavía de devolver la vida a esta joya de la arquitectura renacentista.
Pese a que el complejo no presenta el pésimo estado de conservación de otros elementos en el foco de Hispania Nostra, el “avance de su deterioro estructural” supone ya un hecho constatable.
La asociación apunta tanto a las entradas de agua como a las plagas aviares, que “pueden generar daños irreversibles en la piedra del excepcional patio”, y también al hecho de que el edificio carezca de “un periódico y continuo mantenimiento”.
El segundo elemento más reciente de preocupación por su progresivo desgaste es el emblemático conjunto escultórico que preside la plaza de la Virgen Blanca de la ciudad, un monumento a la Batalla de Vitoria que según Hispania Nostra “presenta un alto estado de deterioro con múltiples fisuras y desprendimientos”, pese a las intervenciones parciales –de 1963 y 1984– a las que ha sido sometido.
Precisamente, este pasado lunes arrancó un estudio científico para evaluar el estado de la escultura de cara a la realización de una propuesta de conservación-restauración integral.
Sin salir de Gasteiz, el Palacio Álava-Esquível es el antepenúltimo complejo que entró a esta lista roja.
El edificio emplazado en la calle Herrería, propiedad de la municipalidad de Tánger, se encuentra “muy deteriorado” y sigue “en grave peligro de desprendimientos”, aunque al igual que el monumento a la Batalla de Vitoria un pequeño rayo de esperanza ha comenzado a iluminarlo recientemente.
No en vano, el Consistorio y la ciudad marroquí han retomado el contacto tras años de desavenencias y trabajan ahora en un proyecto para que el palacio se convierta en un puente cultural entre ambas ciudades.
La antigua gasolinera Goya, atrapada en varios laberintos burocráticos y proyectos que no han llegado a concretarse, es el cuarto exponente del patrimonio civil gasteiztarra incluido en la lista roja.
Según alerta Hispania Nostra, el deterioro de este singular edificio racionalista “va en aumento” debido a su falta de uso y la vegetación, como ya es visible desde la calle, ha comenzado a hacerse fuerte en su fachada.
El último edificio radicado en Vitoria y en el foco de la asociación es, a todas luces, el que peor estado presenta, la casa Alfaro Fournier de la calle Manuel Iradier.
La vivienda, deshabitada y descuidada, “se encuentra en un estado de conservación muy deficiente, con problemas estructurales” según describe Hispania Nostra.
El ruinoso complejo se encuentra apuntalado y tiene importantes manchas de humedad en su fachada de la que, durante el tiempo que lleva abandonado, han desaparecido diferentes elementos decorativos. Mientras tanto, aguarda en un cajón un proyecto para levantar un hotel en este espacio.
Para encontrar los dos últimos elementos patrimoniales alaveses incluidos en la lista roja hay que salir de la capital.
La primera escala es en la iglesia de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Sobrón, que ya en 2012 sufrió el derrumbe de la cubierta de su campanario y en los años más recientes ha comenzado a presentar grietas en sus muros.
Además, la meteorología de las estaciones más frías han influido “negativamente” en el templo, que ha asistido al desprendimiento de algunas tejas. Por ello, las pinturas que se encuentran en su interior se están deteriorando, los púlpitos se han caído y, además, las lápidas interiores se están levantando.
La segunda parada hay que hacerla en Laudio, en un caserío Etxebarri que es el representante alavés más veterano en la lista roja.
Este edificio está “a punto de ser declarado en ruina” porque, aunque se declaró monumento en 2011, no se protegió debidamente hasta 2016. El complejo fue deteriorándose rápidamente tras un incendio, aunque todavía conserva ricas pinturas murales en su interior.
Desde 2007
Hispania Nostra puso en marcha su lista roja en 2007 con el objetivo de ofrecer a la sociedad un cauce de participación en la defensa, conservación y mejora de su patrimonio cultural y natural y hacer visibles todos aquellos bienes en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.
Cualquier persona o asociación puede solicitar la inclusión de un bien en el listado en la web de la asociación, un trámite tras el que el comité científico de Hispania Nostra analiza las denuncias y solicita cuanta información complementaria necesite.
Cuando un elemento es retirado de la lista roja al desaparecer los riesgos que presentaba pasa a una lista verde que en el caso de Álava cuenta a día de hoy con cinco ejemplos.
El palacio Maturana-Verástegui, el último en abandonar el rojo –el 28 de julio de 2023– tras el proyecto de rehabilitación llevado a cabo por el Ayuntamiento de Gasteiz, el castillo de Ocio (Zambrana), la iglesia de San Esteban Protomártir (Ribera de Valderejo), el monasterio de Santa María de Toloño (Labastida) y la iglesia de San Juan Evangelista, de Ziriano.
Por el contrario, Álava no cuenta con ningún elemento de su patrimonio en la lista negra de Hispania Nostra, que incluye los bienes retirados de la lista roja al haber desaparecido o haberse alterado sus valores esenciales de manera irreversible.