El movimiento de Pensionistas de Aiaraldea, junto al de Bizkaia, ha iniciado una serie de movilizaciones para que Renfe garantice la accesibilidad, por sus propios medios, a las personas con movilidad reducida a los trenes de la línea de cercanías C3. Es decir, la que conecta la ciudad de Orduña con Bilbao, y da servicio a los municipios alaveses de Laudio, Amurrio y Ayala (Luiaondo). Y es que aunque recientemente se han reestructurado los accesos a la mayoría de las estaciones de dicha línea, permitiendo que las personas con movilidad reducida llegan hasta el andén, luego no pueden acceder a los trenes. “Según se ha anunciado en prensa van a llegar 500 nuevos trenes que se supone eliminarán estas últimas barreras. Pero no se sabe cuándo será la fecha de entrega, que no parece ser a corto plazo. Por lo tanto, pedimos, que hasta que lleguen los nuevos trenes, habiliten un vagón de cada convoy con rampas o lo que se necesite para que las personas con movilidad reducida puedan acceder a los trenes por sus propios medios”, han explicado a través de un comunicado.

Campaña de reclamaciones

Asimismo, han iniciado una campaña de reclamaciones colectivas en todas las estaciones de la misma línea, que están reforzando con la presentación de mociones en los ayuntamientos de las localidades afectadas, “para que, en caso de ser aprobadas sirvan para presionar institucionalmente para conseguir la resolución de este problema”, han subrayado quienes, tras las ya tradicionales concentraciones de los lunes en las plazas, se dirigieron a las estaciones para presentar las reclamaciones y concentrarse ante ellas para denunciar la situación que padecen.

Sin baños

Otra de las demandas más recurrente pasa porque los nuevos trenes estén dotados de baños ya que, por ejemplo, el trayecto entre Amurrio y Bilbao tiene una duración superior a los 30 minutos, y ello supone un problema físico y psicológico para distintos colectivos tales como personas mayores, niños pequeños, mujeres embarazadas, y personas diabéticas o con problemas de próstata, por citar alguno.

De hecho, tampoco las estaciones y apeaderos que componen esta línea disponen de aseos, pues se estaban convirtiendo en un foco de vandalismo desde que comenzaron a cerrarse, hace ya años, los servicios de bar con los que contaba, prácticamente, cada estación y cuyos gestores se encargaban de entregar a los pasajeros que lo solicitaban las llaves para hacer uso de los baños.