Hace unos meses, unos hackers atacaron la web de la compañía aérea Air Europa. Esto no habría supuesto un mayor problema, más allá de las molestias para esta empresa y su departamento de informática, si no fuera porque la organización guardaba los datos de seguridad de las tarjetas de crédito de sus clientes, incluyendo los CVV, que son los códigos de validación de las tarjetas y sirven para añadir una capa de seguridad al realizar transacciones electrónicas.

La solución propuesta por la compañía fue alertar a todas las personas que en algún momento fueron clientes para que cancelasen sus tarjetas de crédito y evitar que los hackers se dieran un festín comprando a crédito gracias a este trofeo.

Durante un buen rato estuve pensando si había sido cliente de Air Europa en algún momento. Y lo he sido. Pero, afortunadamente, esos vuelos no los pagué yo, así que en esta ocasión no me tengo que preocupar.

"Aunque nos creamos invencibles y a salvo de estafas digitales, cada vez es más frecuente encontrarnos con ellas y cada vez más difícil identificarlas"

Intentos de estafa ya célebres

Sin embargo, cada vez es más frecuente encontrarnos con ciberataques e intentos de scam, ya sabes, las estafas que sufrimos a través de internet o cualquier medio digital, que persiguen robar nuestros datos personales, especialmente los bancarios o de tarjetas.

Me han tocado todos: el príncipe nigeriano, el militar en reserva viudo, la agencia tributaria, Correos… Alguien haciéndose pasar por mis hijos… Éste me habría asustado, porque todavía no era demasiado conocido, si no hubiera sido porque en el momento en el que me llegó estábamos cenando toda la familia.

Los ciberataques afectan a todas las esferas. Fotos: Freepik

No obstante, y aunque nos creamos invencibles y a salvo de estafas digitales, cada vez es más frecuente encontrarnos con ellas y cada vez más difícil identificarlas.

Además, está la inteligencia artificial, que aunque se supone que las aplicaciones más conocidas –como chatGPT o Bard-, no te dejan hacer el mal, no dudes que otras muchas sí. Así las cosas, los malos lo tienen mucho más fácil y son mucho más sofisticados. Y más que se van a sofisticar, lamentablemente.

Refuerza la seguridad digital usando contraseñas fuertes, actualizaciones, verificación doble, precaución familiar y estando alerta Cristina Juesas

A salvo de estafas no estamos, pero sí podemos poner las cosas difíciles con cuatro sencillos gestos:

  • El primero pasa por utilizar contraseñas más seguras. Nada de 1234567, ni de admin, ni de password. ¿Sabes cuánto se tarda en hackear una de estas? Menos de un segundo. Tomémonos la molestia de tener contraseñas fuertes, que usen mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales. Por ejemplo 25DiciembreFun! Además, las contraseñas deberán ser diferentes en cada cuenta. Así, si por mala pata nos hackearan una cuenta, no nos las hackearían todas.
  • El segundo es tener tus dispositivos actualizados a la última versión. Sí, ya sé que esto es un rollo y que hay que andar reiniciando y demás. Pero es la única forma de tener el sistema operativo limpio y libre de vulnerabilidades y con todos los parches de seguridad protegiéndote contra los últimos virus.
  • El tercero es activar, en aquellos sitios que puedas, la verificación en dos pasos. Es decir, que cuando vayas a entrar a una web te pedirá la contraseña y tendrás que verificarla desde tu móvil, como haces ya con el banco. Sí, es tres segundos más lento, pero te garantizas que nadie podrá entrar en esa web si tú no lo verificas antes.
  • El cuarto, no quiero alarmar, pero con el avance de la tecnología, cada vez es más sencillo clonar una voz o hacer un deepfake (un vídeo creado con inteligencia artificial que clona a alguien, como Lola Flores en el anuncio de Cruzcampo). Así que expertos en ciberseguridad recomiendan tener una palabra o frase a modo de contraseña familiar. Algo que no os cueste recordar y que todos los de la familia lo sepáis, para evitar timos que lleguen por esta vía.
  • Y, por supuesto, hay que estar alerta. Casi nunca pasa nada, pero si te suena raro, es que es raro. No pinches en el enlace. No vayas a esa web. No contestes el mensaje. Y no pagues nada nada nunca. Nadie da duros a cuatro pesetas.

Refuerza la seguridad digital usando contraseñas fuertes, actualizaciones, verificación doble, precaución familiar y estando alerta.

* Cristina Juesas es consultora de comunicación. Contacte con ella en hola@cristinajuesas.es.

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