Un total de cuatro personas han sido detenidas como presuntas autoras de los delitos de pertenencia a grupo criminal, robo o hurto de uso de vehículo, robo con violencia y detención ilegal por maniatar a una empleada en un área de servicio de la AP-68 para sustraer la recaudación de las máquinas recreativas.
Los hechos ocurrieron a mediados del pasado mes de febrero, hacia las 5:00 horas, cuando un hombre con pasamontañas y otro con una careta de payaso accedieron al área de servicio, maniataron a la empleada con cinta de embalaje en el exterior, forzaron dos máquinas recreativas y se apoderaron del dinero que contenían las mismas.
Dejaron a la empleada en la terraza, quien, una vez que los dos hombres abandonaron el establecimiento, logró escapar y pedir auxilio en una gasolinera cercana, desde donde se avisó a la Policía Nacional.
Estos dos hombres viajaban en un turismo que fue sustraído días antes en Vitoria y posteriormente fue incendiado por ellos mismos para evitar la obtención de indicios biológicos o lofoscópicos.
También se constató que en esta operación participó otro vehículo, ocupado por un hombre y una mujer, quienes no accedieron al establecimiento porque su función era de la vigilancia y avisar en caso de controles policiales a los otros dos miembros del grupo.
Miranda de Ebro
Este vehículo fue alquilado a nombre de una de las detenidas, quien se desplazó desde Bilbao a Miranda de Ebro (Burgos), donde recogió a los demás miembros para la comisión del delito.
La investigación ha determinado que estas cuatro personas formarían un grupo criminal, con una cierta especialización en la comisión de los delitos, adquirida por la reiteración delictiva en el tiempo y estabilidad de sus miembros en estas acciones, y cuyo único fin era el lucro económico.
Uno de los autores fue detenido en Miranda de Ebro días después a la comisión de este delito en el área de servicio, dado que tenía una orden vigente de detención e ingreso en prisión, por lo que se encuentra actualmente en la cárcel.
La Jefatura ha indicado que, en reiteradas ocasiones, no ha sido identificado plenamente porque utilizaba de forma habitual el documento de identidad de su hermano para evitar ser detenido.
Los tres hombres tenidos tienen 39, 31 y 40 años y les constan 17, 12 y 47 detenciones policiales previas, respectivamente; mientras que la mujer, de 39 años, posee una detención previa.