Los niños pasan en los patios de las escuelas una parte importante de sus vidas. Ahí aprenden a imitar conductas y desenvolverse en el entorno a través del juego. Este es una representación de la realidad, un mecanismo de aprendizaje de cómo es el mundo que les rodea y el de las personas adultas. En este proceso de aprendizaje, la organización del espacio y la calidad tiene mucho que decir.

Conscientes de esta importancia el Ayuntamiento de Dulantzi, el colegio y la AMPA vieron la necesidad de darle una vuelta al patio de recreo tradicional con el objetivo de conseguir una transformación de estos espacios buscando transformar hábitos y usos excluyentes. Lo primero que hicieron fue poner en marcha una encuesta de participación en el ámbito del colegio para conocer las nuevas necesidades de los pequeños en la hora del recreo.

Se veía la necesidad transformar el espacio, el Ayuntamiento de la localidad asumió la reforma del patio del colegio público para la instalación de elementos para un patio inclusivo

Resultados de la encuesta

Tras conocer los resultados, en los que se veía la necesidad transformar el espacio, el Ayuntamiento de la localidad asumió la reforma del patio del colegio público para la instalación de elementos para un patio inclusivo con perspectiva de género con el objetivo de un patio de colegio pavimentado con aglomerado asfáltico, donde mayormente los chicos jugaban a fútbol.

Interior de la zona de recreo del colegio público de Dulantzi. Eva San Pedro

Readaptación

El Consistorio buscaba la readaptación del patio, proponer y acentuar la importancia de la igualdad de género y una necesidad educativa inclusiva para conseguir los mejores resultados y oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida de los escolares, dando una visión más inclusiva y equitativa para un aprendizaje de mejor calidad para los niños, siendo el fin principal adaptar este espacio a unos juegos infantiles según las necesidades y edades sin distinción de sean niños o niñas.

Dos fases

La adaptación se va a llevar en dos fases. La primera de ellas ya ha finalizado y la segunda se llevará a cabo durante las próximas vacaciones estivales para interferir lo menos posible en la actividad del centro. La primera fase ha necesitado una inversión de 90.200 euros para lo que se contado con una subvención de 81.000 euros del Departamento de Educación del Gobierno Vasco.

La segunda fase supondrá un desembolso económico de 71.000 euros. “Lo que se trata es de hacer un patio más amable e inclusivo”, explica el alcalde de la localidad, Joseba Koldo Garitagoitia.

“Lo que se trata es de hacer un patio más amable e inclusivo”

Joseba Koldo Garitagoitia - Alcalde de Dulantzi

Imagen del patio escolar del colegio público de Dulantzi. Eva San Pedro

Distintos espacios

Desde el centro educativo valoran muy “positivamente” la actuación realizada porque se ha logrado conseguir “distintos espacios y trabajar la igualdad dando un uso diferentes al espacio central”.

En la transformación se han utilizado materiales naturales. Cuenta con distintas zonas con hierba natural y artificial. “Estas zonas han gustado mucho a los pequeños”, explica la directora del centro educativo, Idoia Sánchez Susaeta.

"Cuenta con distintas zonas con hierba natural y artificial. Estas zonas han gustado mucho a los pequeños”

Idoia Sánchez Susaeta - Directora del centro escolar

Elementos de la reforma llevada a cabo en el recreo del colegio público de Dulantzi. Eva San Pedro

Estructuras de madera

Además el nuevo proyecto ha dotado al patio de una zona de estructuras de madera donde los txikis pueden escalar y fomentar la psicomotricidad. Otra zona más verde, que cuenta con diferentes montículos, plantas y arbustos que rompen con la estética anterior. En la próxima fase en la zona verde se instalará un puente de madera sobre el tubo ya colocado.

Escenario

El nuevo patio inclusivo cuenta también con un escenario donde está previsto que se lleven a cabo actividades. “Actualmente los críos lo están utilizando de manera libre y creativa”, apunta Sánchez Susaeta. El proyecto ha incluido la instalación de varias mesas de madera inclusivas donde puedan juntarse los txikis a comer el almuerzo, charlar o jugar permitiendo la colocación de sillas de ruedas a ambos lados de la mesa.

Elementos del patio inclusivo del colegio de Dulantzi. Eva San Pedro

Durante el horario escolar son los propios alumnos y profesorado los que disfrutan del espacio, pero tras la jornada lectiva el patio permanece abierto hasta las 19.00 horas para el disfrute de los habitantes del pueblo. Otro de los atractivos del patio son las dos casetas de madera tipo tipi en la que los pequeños “disfrutan un montón”.

“Desde el propio colegio estamos tratando de inculcar que tanto dentro del horario lectivo como fuera de él se cuide y se respete"

“Desde el propio colegio estamos tratando de inculcar que tanto dentro del horario lectivo como fuera de él se cuide y se respete. Están haciendo unos turnos por cursos que se encargan de recoger los diferentes elementos con los que cuenta el patio tras el juego”.

Con cubierta

La segunda fase incluirá la colocación de una cubierta de 13x9 “porque tenemos poca sombra. Cuando hace frío hace mucho frío y cuando hace calor te asfixias”, reconocen desde el centro educativo. Dentro de esa cubierta va instalada una mesa de ping-pong, un arenero de 4x2,5 metros, un pequeño escenario de 4x6 metros, unos bancos y una pared para pintar. Además faltaría instalar dos pequeños rocódromos. Se trata de un búlder para pequeños en la pared del edificio de educación infantil de 4-5 de longitud y 1,80 metros de altura sin franjas centrales) y otro todavía por determinar. “La aceptación ha sido muy buena por parte de toda la comunidad. Es muy vistoso, les atrae mucho y aporta otras alternativas que no sea sólo fútbol”, apuntan desde el centro que cuenta con cerca de 300 alumnos y alumnas de 2 a 12 años.

Cuatro edificios

El colegio se ubica en la calle Nuestra Señora de Aiala. En dicha parcela, se ubican cuatro edificios que bordean el patio: dos se utilizar para aulas de diferentes edades de los escolares, un polideportivo semi-cerrado y el otro edificio un polideportivo cerrado. El patio del colegio dispone de una superficie útil de aproximadamente 2.000 metros cuadrados de los cuales, en su zona más al sur, han sido objeto de readaptación y creación de una zona diversa con materiales naturales.

Con las obras llevas a cabo se ha tratado de dar una solución general a la organización del patio, dando una visión más inclusiva y equitativa para un aprendizaje de mejor calidad para los escolares.