Uno de los proyectos más importantes en materia de innovación de todos los que están fraguándose en Álava ha dado en los últimos días un paso decisivo.
Se trata del Centro de Fabricación Avanzada de Mercedes, rebautizado por sus impulsores como Basque Automotive Manufacturing Center (BAM), cuyas obras de construcción ya han sido adjudicadas.
1,7 millones menos
Así lo ha avanzado este miércoles en Radio Vitoria el diputado general de Álava, Ramiro González, y lo han confirmado posteriormente fuentes del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente a NOTICIAS DE ÁLAVA.
El Gobierno Vasco, a través de la sociedad pública Sprilur, ha encomendado estos trabajos a la UTE Nave Jundiz, integrada al 50% por las constructoras Viuda de Sainz y Lagunketa, por un importe de 9,5 millones de euros, casi 11,4 con IVA.
Son 1,7 millones menos respecto a los reservados inicialmente para la construcción del edificio que servirá como sede física del BAM.
La Diputación Foral de Álava destinará al proyecto vía presupuestaria otros cinco millones de euros.
20 días de plazo
La resolución de adjudicación, fechada este pasado 6 de marzo, ha abierto un plazo de 20 días para que la UTE adjudicataria cumplimente y presente la documentación exigida por la entidad licitadora y que la contratación pase a ser ya firme.
La fecha prevista para ello es, por tanto, el martes 26 de este mes, momento en que las constructoras podrán ponerse ya manos a la obra.
Lagunketa y Viuda de Sáinz se han impuesto en una dura pugna para hacerse con este contrato a Construcciones Amenabar -segunda oferta mejor valorada- y a otras siete empresas o UTE.
Las obras del complejo cuentan con un plazo de ejecución de un año y cuatro meses y estarán listas, si no surgen imprevistos, en la segunda mitad del próximo año 2025.
El BAM aspira a convertirse en un referente en la automoción estatal y liderará iniciativas innovadoras y un ecosistema de empresas, centros formativos y de investigación que den respuesta a los nuevos retos del sector industrial con más peso en Álava.
Según Sprilur, el centro contribuirá a la industrialización digitalizada de una nueva generación de vehículos electrificados y autónomos.
24.104 metros de parcela
El complejo se levantará sobre una parcela de 24.104 metros cuadrados de extensión en el parque industrial de Jundiz.
Estará dividido en dos plantas en las que tanto Mercedes como las empresas proveedoras asociadas al proyecto, Gestamp y Mondragon Corporación -ambas vascas-, requerirán de espacios diferenciados para acoger dos zonas de trabajo: la de fabricación e investigación, por un lado, y la de soporte técnico y oficinas, por otro.
Según detalla el proyecto que ahora deberán ejecutar Viuda de Sainz y Sarkis Lagunketa, la planta baja tendrá una superficie de 10.295 metros cuadrados, de los que 7.924 se destinarán a la principal zona de trabajo de fabricación e investigación.
Este espacio acogerá las áreas de calidad y visión artificial, automatización y robótica, control y gestión logística y producción e industrialización de vehículos. El resto de la superficie, un total de 2.371 metros, irá destinada a servicios comunes.
En lo que respecta a la planta primera, tendrá 3.643 metros cuadrados en los que se ubicarán otras áreas tecnológicas y técnicas que darán soporte a las anteriores.
Entre otras, las destinadas a sostenibilidad y eficiencia energética, innovación, vigilancia tecnológica, gestión de proyectos y transformación.
Además, se distribuirán espacios para oficinas corporativas y de administración, aulas de formación o eventos e instalaciones y servicios comunes.
Singular y funcional
En cuanto al diseño, el edificio tendrá un uso predominantemente industrial combinado con el administrativo de las oficinas proyectadas.
La altura máxima prevista de la nave, que tendrá una estructura modular para garantizar la flexibilidad de su uso, alcanzará los 14,89 metros.
De esta forma, permitirá el acceso de camiones al recinto industrial y contará, en su cara sur, con acceso peatonal a la zona de oficinas, a través de un gran vestíbulo y una pasarela metálica a doble altura.
El diseño exterior del edificio será "singular y funcional", destacando la modulación de la construcción y la flexibilidad en el diseño, de cara a permitir la adaptación de las fachadas a potenciales necesidades futuras.
Además, los materiales utilizados serán predominantemente naturales y cerámicos, no contaminantes y respetuosos con el medio ambiente.
Edificio eficiente
En cuanto a eficiencia y sostenibilidad, el BAM contempla aprovechar al máximo los recursos naturales, energía solar, luz y viento, para reducir las posibles pérdidas de calor a través de las envolventes del edificio, aprovechando la conductividad en fachadas y cubierta.
Asimismo, utilizará el concepto de colchón térmico para su correcto aislamiento y adoptará medidas de eficiencia energética para el acondicionamiento de los espacios, con el objetivo de obtener el máximo confort y un mínimo gasto energético.
El edificio tiene previsto el uso de energías de reducción de emisiones de CO2 y luminarias de bajo consumo que integrarán un sistema de control de iluminación en función de la luz exterior.
