Constancia, esfuerzo y motivación es lo que ha llevado al vitoriano Guillermo Agirre a continuar con una de sus mayores aficiones: correr y fotografiar sus recorridos por Vitoria y Álava.

Y es que este jubilado de 66 años, con pasado como enfermero y profesor, y 40 maratones a sus espaldas, es sin duda un claro ejemplo de que la edad limita, pero no prohíbe. “Hace años corría los siete días de la semana, ahora, en cambio, he tenido que bajar un poco el ritmo a cinco, unos 65-70 kilómetros en total”, revela este corredor veterano.

Su afán por recorrer kilómetros comenzó hace 27 años, cuando un amigo le presentó la oportunidad de apuntarse a la media maratón (21 kilómetros) de Vitoria en el parque de El Prado. “La hice con unas zapatillas que no eran ni de correr”, recuerda. “El Prado es un lugar al que guardo un especial cariño por convertirse en un punto de encuentro y compartir innumerables vueltas y horas con los korrikolaris”, señala.

En imágenes: Las fotos a la carrera de Guillermo Agirre por Vitoria y Álava Guillermo Agirre

Tras pasar por maratones en ciudades como Nueva York, París, Oporto, además de nacionales como Sevilla, Madrid o Valencia, donde marcó su cuadragésimo maratón, Agirre ya está en busca de su posible número 41, quizás en Berlín, pero con el chip cambiado.

“Es cierto que la edad es un límite para el esfuerzo que supone correr los 42 kilómetros de esta carrera. Ahora corro más despacio, mirando menos el reloj y apreciando más el entorno tan bonito que tenemos en Gasteiz” explica el vitoriano.

"Ahora hago más fotos que kilómetros"

Además de correr, otra de las grandes pasiones del maratoniano es captar los diferentes rincones de Vitoria y el territorio alavés, con la sencillez que brinda la cámara de su móvil. ”Ahora hago más fotos que kilómetros”, bromea. De hecho, son cerca de 160.000 los kilómetros que este veterano gasteiztarra lleva recorridos a lo largo de su etapa como corredor. “He hecho más corriendo que en coche”, apunta.

En imágenes: Las fotos a la carrera de Guillermo Agirre por Vitoria y Álava Guillermo Agirre

50 fotos

Fue tras la pandemia cuando Agirre inició sus recorridos de manera solitaria, algo que le empujó a llevar el móvil en sus salidas diarias y empezar a retratar los distintos paisajes. “La fotografía siempre me ha gustado. A través de ella, puedo captar los colores y los sonidos con los que me encuentro en el entorno”, subraya. Imágenes que, por cierto, gozan de gran una originalidad y belleza muy personal.

En imágenes: Las fotos a la carrera de Guillermo Agirre por Vitoria y Álava Guillermo Agirre

En este sentido, el corredor puede llegar a acumular un total de 50 fotos diarias en la galería fotográfica de su móvil, a las que se suman diferentes vídeos . “Muchas de estas imágenes las hago a primera hora de la mañana, cuando salgo a correr y la ciudad está completamente vacía”, indica. Una espectacular colección fotográfica que tiene expuesta en su perfil de Instagram, que cuenta ya con más de 3.000 seguidores. “Fue mi hija la que me animó a abrirme un perfil en redes después de que me publicaran una foto en el programa de Eguraldi de ETB”, admite.

“Un entorno incomparable”

“Para el corredor, Vitoria probablemente sea la mejor ciudad del Estado”, señala Agirre. Una consideración en la que, de igual forma, coincide el corredor vitoriano y compañero de carreras Martín Fiz. “En Gasteiz, vivas en el barrio que vivas, en cinco minutos puedes encontrarte en un entorno rural. Es algo incomparable”, asegura.

En imágenes: Las fotos a la carrera de Guillermo Agirre por Vitoria y Álava Guillermo Agirre

Y es que, después de ver y recorrer los maravillosos parajes naturales que brinda la capital alavesa, Agirre tiene preferencias. “La zona de Eskibel, el bosque de Armentia, Lasarte, Olarizu, Aberasturi, Salburua, la Vía del Ferrocarril Vasco Navarro, el parque del Zadorra o Zabalgana”, enumera. Sin embargo, el gasteiztarra destaca el concejo de Arkaia por tener un “encanto especial”.

"Fue mi hija la que me animó a abrir un perfil en redes sociales"

Los amaneceres, los atardeceres, así como las fotografías con efecto húmedo y reflejo de los distintos rincones del centro de la ciudad, son algunas de las reseñables características de las fotos de Agirre, además de su cuidada calidad. Una afición que, sin duda, encaja a la perfección con su actividad deportiva. “Ahora, correr y fotografiar los recorridos es mi forma de disfrutar del camino”, concluye.