Cruz Roja de Álava ha atendido en el primer semestre de 2023 a 334 familias que no podían hacer frente a las facturas de la luz o la calefacción, casi un 50% que las 231 a las que prestó asistencia en el mismo periodo de 2022. Se trata de un aumento inédito en los últimos años, y de hecho solo en los primeros seis meses del año la ONG atendió casi a tantas familias como en todo 2022, cuando 362 hogares recurrieron a esta organización para hacer frente a los costes energéticos.

Ya en ese 2022 la pobreza energética había vivido un importante repunte, pues se venía de años en los que la cantidad de familias atendidas fue notablemente menor. Así, en 2021 acudieron a Cruz Roja 274 familias, por las 224 de 2020, las 239 de 2019 y las 215 de 2018.

La organización apoya a las familias en situación de pobreza energética en los hogares a través de un proceso que incluye asesoramiento, talleres, entregas de kits de eficiencia energética y rehabilitaciones energéticas u otras actuaciones en las viviendas.

En Euskadi

En Euskadi, en el primer semestre de 2023, Cruz Roja ha atendido ya a 1.381 familias (las 334 de Álava, 646 en Bizkaia y 401 en Gipuzkoa), un dato que, analizando los resultados obtenidos en años anteriores, constata que la pobreza energética no es algo coyuntural, sino estructural y que, además, va en aumento. “Para apoyar a las personas afectadas por la pobreza, desarrollamos diferentes acciones que van desde la atención a necesidades urgentes, las ayudas para el pago de recibos, la entrega de kits de eficiencia energética o la participación en talleres de ahorro doméstico”, explica Txomin Ondarre, responsable autonómico del programa de personas en extrema vulnerabilidad.

"Desarrollamos diferentes acciones que van desde la atención a necesidades urgentes, las ayudas para el pago de recibos, la entrega de kits de eficiencia energética o la participación en talleres de ahorro doméstico"

Txomin Ondarre - Responsable autonómico del programa de personas en extrema vulnerabilidad de Cruz Roja

En femenino

La pobreza energética impacta en mayor medida entre las mujeres, que constituyen un 71,68% de volumen total atendido en el primer semestre. Por rangos de edad, las personas de entre 31 y 50 años son las que acuden en mayor medida a solicitar ayuda. Además, se ha constatado un aumento de las solicitudes de nacionalidad española, que en el primer semestre alcanzan el 29,68% del total, siendo el colectivo con mayor demanda.

En términos generales, el proyecto de pobreza energética ofrece una prestación económica a las familias participantes a través de una ayuda de 500 euros anuales ampliables a 1.000 euros en casos excepcionales para abonar las facturas pendientes de pago de luz, gas y agua. Estas familias, por diferentes motivos, se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad, por lo que el esfuerzo se centra en que el impago de facturas no derive en cortes de suministro, que sería una de las causas y consecuencias menos deseables para el entorno familiar.

El procedimiento para acceder a la prestación ofrecida por Cruz Roja y Gobierno Vasco en materia de pobreza energética comienza con un compromiso que adquiere la persona demandante de la ayuda para seguir el itinerario de inclusión marcado por las personas técnicas. El personal técnico y el voluntariado realizan la primera toma de contacto y la persona expresa su demanda.

A partir de aquí, se deriva a una persona referente del proyecto, que será quien se encargue de citar a las familias para proceder a valorar la concesión o no de la prestación en función de su situación socioeconómica. Otra vía de acceso son las derivaciones de Servicios Sociales, de otras entidades o de otros proyectos de Cruz Roja.

Compromiso con el medio ambiente

Cruz Roja, además, ofrece a las familias formación en eficiencia energética mediante talleres donde aprender a ahorrar energía en el hogar, a estudiar sus facturas eléctricas, además de sensibilizarse sobre el uso responsable de la energía. En el primer semestre de 2023 se han realizado en Euskadi 420 talleres: 128 en Álava, 90 en Gipuzkoa y 22 en Bizkaia.

A esta formación se le suma el asesoramiento y la ayuda para la tramitación del bono social térmico y el eléctrico, si procede. Si las personas técnicas comprueban que los demandantes cumplen con los requisitos para ser beneficiaras de estas ayudas se acompaña en la tramitación.