El olivar alavés, fundamentalmente ubicado en explotaciones de Rioja Alavesa, ha sufrido mucho debido a la sequía extrema de este año, que se ha sumado al estrés hídrico de años precedentes. Tales circunstancias, sobre el terreno, anuncian una cosecha inferior a la media, salvo en aquellos ejemplares a los que se les ha regado. Estos sí que salvarán la temporada.

Según indica el último informe elaborado por el Departamento foral de Sostenibilidad, Agricultura y Medio natural al que ha tenido acceso DIARIO DENOTICIASDE ÁLAVA, sobre el terreno, se aprecia diferencias entre aquellos árboles que han recibido riego de aquellos que han sufrido la sequía de este año y anteriores, teniendo estos últimos una cosecha muy reducida.

Tormentas

El mismo texto añade que el aporte de agua de las tormentas acontecidas ha ayudado a recuperar en parte las reservas del árbol y la continuidad de lluvias garantizaría que los árboles puedan realizar correctamente la síntesis de los ácidos grasos para conseguir un buen rendimiento en aceite.

En cualquier caso, los olivos del territorio se encuentran fenológicamente acercándose al tamaño final del fruto, todavía en tono verde. La buena noticia, tal y como se señala desde el citado departamento, es que el cultivo se encuentra en general, bien de salud y aún ajeno a las enfermedades típicas que afectan a esta especie. No obstante, en esta época del año se dan las condiciones idóneas para la aparición de ciertas plagas, por lo que se avisa a los agricultores de la importancia de no bajar la guardia y de tener preparados los remedios adecuados para hacer frente a los parásitos.

Plagas

En concreto, plagas como la de la mosca del olivo no han supuesto ningún problema en el desarrollo de las aceitunas. Todo ello obedece a la afección sobre el parásito que han tenido las altas temperaturas, sobre todo, durante el mes de agosto.

Incidencia de la polilla

Respecto a la conocida como polilla del olivo, desde la Diputación se indica que a finales de agosto no había comenzado el vuelo de especímenes adultos de la generación carpófaga, que es la que afecta especialmente a las olivas.

Consejo

Por último, se indica en el último informe al que ha tenido acceso este rotativo sobre la situación del olivar que en estas fechas, aunque haya lluvias, ya no es recomendable realizar tratamientos antifúngicos y lo único previsible sería esperar a la recolección para realizar tras la misma un tratamiento preventivo para hongos como el repilo.

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Sobre el particular, el informe desgrana que las tormentas intermitentes de septiembre acompañadas de temperaturas suaves han propiciado el desarrollo del insecto “con lo que se requiere extremar la atención sobre los cultivos durante estos días”.