La sequía persiste en el campo alavés, pese a las últimas precipitaciones. La afección es muy diferente dependiendo de las zonas agroclimáticas, pero la escasez de lluvias acumuladas se mantiene, sobre todo en Álava Central y Rioja Alavesa. Es la conclusión a la que ha llegado la Mesa de Agricultura y Cambio Climático reunida esta semana para hacer seguimiento de las consecuencias que deja la escasez de agua en el sector primario del territorio y de todo Euskadi.

En el caso de los cultivos de secano de invierno, como cereales, colza y proteaginosas, la afección de la sequía ronda el 20% de la superficie sembrada.

Las zonas más tardías han sido las más beneficiadas por las últimas lluvias, mientras que las más tempranas han sido las que han tenido una recuperación menor, ya que las precipitaciones llegaron tarde, cuando el cultivo estaba en un estado fenológico más adelantado. Con la cosecha del cereal en marcha, los agricultores alaveses apuntan a una recolección mejor de lo esperado inicialmente salvo, claro está, en aquellas fincas dañadas por la intensa granizada del pasado jueves.

Patata y remolacha

En lo que respecta a los cultivos de regadío, como patata y remolacha, desde mayo se estaban desarrollando bien; sin embargo, la tormenta de lluvia y piedra del 6 de julio ha alterado la situación de los cultivos. El Ejecutivo vasco está realizando un seguimiento de las pérdidas, analizando la cobertura de los seguros agrarios y el alcance de las ayudas al sector anunciadas por la Diputación de Álava.

En la reunión, presidida por el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz, se analizó el estado de los cultivos, que algo ha mejorado gracias a que ha llovido más en mayo y junio, poniendo así fin a trece meses consecutivos de precipitaciones por debajo de la media. Así, estas últimas precipitaciones han hecho que, en el caso de Bizkaia y Gipuzkoa, la situación, en general, no revista mayor problema, se ha revertido la sequía dando lugar a un año normal en cuanto a producciones.

Falta de pastos y forrajes

En lo que a pastos y cultivos forrajeros que alimentan al ganado se refiere, la situación también ha mejorado respecto a abril, pero la mayor preocupación de las explotaciones sigue siendo el alto precio del forraje que necesitan adquirir y la poca disponibilidad en el mercado.

Además del caro forraje, la paja ha subido 280% respecto a la campaña anterior. Ante esta situación, el Gobierno Vasco ha activado la compra de mil toneladas de paja que se traerán de Francia, aunque sin concretar precio.

Por su parte, la entidad Lursatil se encargará de gestionar las solicitudes de compra, que se tramitarán por orden de llegada estableciéndose una compra mínima de un camión por solicitud (quince toneladas, aproximadamente). Indica el Ejecutivo vasco que no habrá ayudas para la compra de forraje y solo se subvencionará el coste del transporte.

La semana pasada volvió a reunirse la Mesa de Forraje con el fin de analizar las necesidades del sector ganadero de cara a la próxima campaña. Lursail se encargó de sondear a los responsables de las explotaciones vascas y, tras realizar 277 encuestas, estima que el sector ganadero necesita 16.000 toneladas de paja, 10.000 de alfalfa o veza-avena y 6.000 de heno. Necesidad que es más acuciante en Álava, con menos pastos y forraje por la sequía.

No obstante, hay que tener en cuenta que estos datos se han recogido sin conocer el precio al que pagará el ganadero, por lo que el sindicato agroganadero UAGA estima que una vez se sepa el coste, la cantidad final será menor.

En este sentido, UAGA sigue haciendo hincapié en que la prioridad debe ser poder contar con la paja local que acaba en las incineradoras porque importarla de Francia es caro. Además, debe primar la calidad, defiende. Por eso, el sindicato propone fomentar la siembra de forrajes y los tratos directos entre agricultores y ganaderos para evitar los problemas surgidos este año, aunque dice UAGA que el planteamiento “no tuvo demasiada acogida en la reunión”. Igualmente reitera el sindicato agroganadero la necesidad de ayudas directas, inviables en las fechas actuales para el Gobierno Vasco.