El diputado general en funciones espera una inminente oficialidad en la reedición del acuerdo entre PNV y PSE para adentrarse en su tercer mandato
Las encuestas acertaron a la hora de pronosticar el triunfo de Ramiro González para continuar al frente de la Diputación de Álava, pero la pérdida de 9.000 apoyos deja una “sensación agridulce” al tiempo que supone un “toque de atención” para la formación jeltzale de cara a “cambiar algunas cosas”, apostilla.
Después de la victoria del domingo, ¿le puede más la ilusión por el tercer mandato o pesa más la sensación agridulce por los resultados obtenidos?
-Hay una sensación agridulce. Por un lado, hay que resaltar la importancia de haber ganado tres elecciones consecutivas y eso pone en valor el trabajo del PNV en Álava durante los últimos años. Pero por otro lado, también creo que ha habido un toque de atención parte del electorado, que nos está diciendo que no nos retira completamente el apoyo, porque no vota a otra formación política, pero que algunas cosas tenemos que cambiar. Se dan esos dos sentimiento y hablamos de una sensación ambivalente o agridulce.
¿Los 9.500 votos que se ha dejado el PNV respecto a hace cuatro años son todos achacables al elevado índice de abstención o hay una parte debido a la acción de gobierno?
El resto de formaciones políticas no han visto incrementado su número de votos de manera significativa e incluso ha habido un descenso importante en el espacio de Elkarrekin, que no ha recibido EH Bildu. Lo que ha ocurrido es que una parte de nuestros votantes ha decidido que en este momento quería darnos ese toque de atención por múltiples factores. Son factores que tenemos que analizar y, seguro, que en parte por alguna de las cuestiones que estamos gestionando creen que se pueden hacer mejor. Tenemos que ver en qué asuntos tenemos que mejorar.
La abstención ha pasado de 87.100 votantes a 99.600 en el global de Álava. Es evidente la desafección de los ciudadanos. ¿Hay hartazgo, cansancio o falta de confianza hacia la clase política?
Estábamos viendo durante la campaña electoral que había poca activación del voto y que una parte de la población no se decidía a ir a las urnas. Lo veíamos en el electorado del PNV y también, probablemente, en el resto de electorados, cada uno en su medida. Quizás la crispación política en el Estado y que llega a los medios de comunicación en Euskadi sea parte de esa desafección. Se ve que hay formaciones políticas más ocupadas en dirimir sus diferencias mediante la dialéctica que la de resolver los problemas reales. Tenemos que trasladar a partir de ahora a la población que realmente nos preocupa la situación de la gente y nuestro esfuerzo está en mejorarla y no en discutir entre nosotros.
Comentaba en campaña la necesidad de introducir la misma papeleta en los dos sobres y al final en la circunscripción de Vitoria han sido dos junteros menos y una caída de 7.000 votos. ¿Se ha votado diferente para cada institución?
Se ha votado diferente, pero no es excepcional. También por parte de otros partidos políticos se ha votado diferente, porque si analizamos los resultados vemos que no hay correspondencia exacta entre las Juntas Generales y el Ayuntamiento, como también ha sucedido en otras citas electorales. Creo que los electores a la hora de depositar su voto, en algunos casos pero no en todos, diferencian entre las dos instituciones. Yo lo que quería trasladar es que para que los proyectos avancen es importante que haya entendimiento entre el Ayuntamiento de Gasteiz y la Diputación de Álava.
El toque de atención al que alude, ¿hacia dónde hace que sea necesario orientarse la acción de gobierno para recobrar la confianza?
Hay que señalar que, por tercera vez consecutiva, hemos ganado las elecciones y eso demuestra la fortaleza del PNV en Araba. Creo que no estaríamos actuando bien si no tuviéramos en cuenta ese toque de atención del electorado. Ahora lo que nos toca es reflexionar, ver en qué podemos conectar más y mejor con la gente. La relfexión debe ir por ahí, en conectar más y mejor con la gente y unas políticas más cercanas a lo que la gente demanda.
¿Esa ausencia de mayoría absoluta supondrá un cambio en la forma de gobierno en unos años decisivos para el relanzamiento de Álava y con proyectos de gran calado?
Tenemos experiencias de gobernar con minoría de solo 18 procuradores y más reducida que la actual. Ahora vamos a tener 24 procuradores. Siempre hemos dialogado e intentado acordar y esta legislatura va a ser especialmente importante. Tenemos proyectos trascendentales para el futuro de Álava y tenemos que ser capaces de ponerlos en marcha. Vamos a necesitar a la oposición para ello.
La reedición del acuerdo global en Euskadi entre PNV-PSE es cuestión de horas y la mejor manera de dar continuidad a la colaboración de estos ocho años.
Es importante que se cierre un acuerdo a nivel de Euskadi entre el PNV y el PSE. Un acuerdo de gobierno sobre bases concretas y de programa, como las que se han dado en Álava durante estos ocho años es la mejor solución. Nos permite tener un diagnóstico compartido de las necesidades del territorio y unas políticas comunes, como garantía de que el gobierno se va a dedicar realmente a lo que se tiene que dedicar y no es otra cosa que gobernar.
Ese más que presumible acuerdo va a poner Ayuntamiento y Diputación de Álava en diferentes fuerzas politicas, contrariamente a estos últimos ocho años. ¿Se mantendrá el nivel de colaboración y cooperación entre ellas?
Si tuviéramos un acuerdo de gobierno en las dos instituciones por parte de los mismos partidos eso va a garantizar la colaboración. Es importante esa colaboración, con independencia de quien sea el diputado general o la alcaldesa de Gasteiz. Lo importante es que haya acuerdos de gobierno en las dos instituciones con los mismos partidos, porque eso garantiza la gobernabilidad y la colaboración entre las dos instituciones.
Un acuerdo PNV-PSE quedaría a falta de una tercera pata para alcanzar esa mayoría de 26 junteros para desarrollar la labor de gobierno.
El acuerdo PNV-PSE ya garantiza la investidura porque no hay otro bloque alternativo que lo mejore, ni de lejos. Luego lo que habrá que hacer, será trabajar permanentemente en un diálogo constante y permanente que nos permita sacar adelante las políticas que necesita el territorio. Dialogando, acordando y teniendo en cuenta lo que plantean las fuerzas políticas de la oposición. Vamos a ver qué disposición tienen cada una de ellas. Cualquiera de las tres formaciones de la oposición otorga la mayoría para sacar adelante los presupuestos, normas forales o proyectos concretos. A la vista de esa disposición trabajaremos para lograr acuerdos lo más amplios posibles.
Elkarrekin anunció que va a apoyar acuerdos de gobierno de fuerzas de izquierda y progresistas y donde haya fuerzas de derecha.
Se ha descartado de un acuerdo de investidura, pero no de acuerdos puntuales y, de hecho, hemos tenido con ellos acuerdos puntuales durante este tiempo. No descarto acuerdos con nadie, excepto con VOX, durante los próximos cuatro años. Trabajaremos para conseguir acuerdos con todas las fuerzas políticas, excepto con VOX.
¿El proceso de conformación del nuevo ejecutivo foral se puede ver condicionado por la cercanía de las elecciones generales del 23 de julio?
Si PNV y PSE se logran un acuerdo global en Euskadi, el proceso de investidura y conformación no se verá alterado por esa convocatoria de comicios generales. Será en las fechas cercanas al 7 u 8 de julio y será parecido a otros años.