Las Juntas Generales acogieron ayer la comparecencia de representantes del concejo de Labraza para informar sobre la situación del Parque Eólico de Labraza, a propuesta de EH Bildu y Elkarrekin Araba. Durante la comparecencia recalcaron que el pueblo de Labraza, en concejo abierto, ha rechazado en su territorio la implantación de esa industria eólica. Argumentaron que la villa medieval de Labraza está sujeta a unas limitaciones urbanísticas, energéticas y socio-económicas, debido al alto nivel de protección y normativa a la que está obligado el concejo, como es, como ejemplo, la prohibición de placas fotovoltaicas de autoconsumo en los tejados. Restricciones que en absoluto se aplican en este proyecto industrializador y, que sin un plan global definido, se impone.

Igualmente solicitaron que se proteja este área natural atendiendo a las indicaciones del Plan Mugarri, que fue aprobado en su momento por amplia mayoría en esta misma Cámara, y a las estrategias propuestas para conservar el patrimonio natural, la biodiversidad y los paisajes sobresalientes, así tipificados, que son del todo incompatibles con la industrialización propuesta para esta jurisdicción.

Estas estrategias atienden a la ordenación y regulación del desarrollo de las energías renovables en Álava, bajo principios estratégicos ambientales que obedecen al deber de no poner en peligro la conservación del capital natural del territorio y al derecho de las generaciones futuras de disfrutar de un medio ambiente lo más natural posible.